Ferrari y Mercedes continúan su cruzada también fuera de la pista. Parece que la escudería italiana no estaría a favor de la propuesta de los alemanes con respecto a la vuelta de las suspensiones activas.
Las suspensiones siguen siendo tema de debate en la Fórmula 1. De hecho, durante la pasada temporada 2017, Red Bull introdujo una solución muy controvertida que variaba la altura de su monoplaza al entrar por las curvas. Charlie Whiting apagó cualquier tipo de fuego limitando la excursión a los 5 milímetros.
Williams, pioneros
A principios de los años 90, la escudería británica Williams creó las primeras suspensiones activas. Estas funcionaron extraordinariamente bien, hasta que Charlie Whiting las prohibió en el año 1993.
Ahora, los equipos de la parrilla tienen dos propuestas totalmente opuestas. La primera, el retorno a patrones simples de suspensiones con amortiguadores y muelles. La segunda, la reintroducción, 25 años después, de las radicales suspensiones activas.
Ferrari se muestra reacio a la vuelta de las suspensiones activas. Lo cierto, es que no sabemos si es por llevarle la contraria a Mercedes o por alguna base sólida.
Mercedes y sus ingenieros lo avalan
El equipo alemán vigente campeón del mundo, avala esta medida para, principalmente, abaratar costes. Mercedes comenta que más equipos de la parrilla como Williams, Haas y Sauber apoyan esa medida.
Según el propio equipo, también se facilitará el trabajo de la FIA. Con estas nuevas suspensiones, la FIA podrá evitar en mayor medida que los equipos puedan encontrar lagunas en el reglamento, algo bastante común en los últimos años.
Un ingeniero del equipo Mercedes ha cualificado el ahorro anual en más de un millón de euros. Él mismo comenta que el espectáculo se vería beneficiado porque estas nuevas suspensiones activas favorecerían los adelantamientos. Argumenta que puedes programar el sistema para minimizar el impacto de la turbulencia en la parte trasera del monoplaza.