Mientras Skoda nos mostraba de lejos y aun semioculto el nuevo Skoda Kodiaq RS, nuestros fotógrafos lo cazaban realizando pruebas en Los Alpes casi al mismo tiempo que el futuro Audi RS Q8 del que hablamos esta misma mañana. Oculto bajo una apariencia estándar, el próximo integrante de la familia VRS no podría pasar desapercibido para cualquier ojo medianamente experto.
Si apenas detalles que nos hagan pensar que estamos ante un prototipo (nada de defensas camufladas o partes semiocultas), Skoda ha preferido mostrar casi abiertamente el futuro Skoda Kodiaq RS como si de un Kodiaq normal se tratase. Eso sí, la doble salida de escape trasera, a imagen y semejanza de la que podemos encontrar en el Octavia RS, no deja lugar a dudas que estamos ante una versión mucho más potente.
Skoda Kodiaq RS: apuesta al negro
El fabricante checo, al igual que con el resto de modelos de la gama RS (Fabia y Octavia), apostará claramente al negro. Es decir, muchos de sus elementos recibirán un tratamiento oscurecedor con el fin de darle una apariencia mucho más agresiva.
Los faros o la parrilla frontal serán algunas de las partes que recibirán estas modificaciones junto a una nueva defensa más agresiva o llantas de mayor diámetro y diferente diseño. La parte trasera y laterales no creemos que lleve muchos más cambios de los que se pueden apreciar ya en las fotos.
En cuanto a la mecánica, ya os lo hemos contado en anteriores artículos: propulsor de 2.0 litros diésel con 240 cv y aproximadamente 500 Nm de par que serán transmitidos a las cuatro ruedas a través de una caja de cambios de doble embrague DSG.
Interiormente también se apostará por un acabado negro, tanto en la tapicería como en los elementos del salpicadero así como la incursión de detalles propios de los Skoda RS en forma de placas identificativas o bordados, como en el respaldo de los asientos.
En definitiva, será una de las novedades más esperadas que podamos ver en el Salón del Automóvil de París 2018.