TDI viene de ‘Turbodiesel mit Direkteinspritzung’, y su significado es turbodiésel de inyección directa. Es la denominación que utiliza Volkswagen, a nivel comercial, para sus motores diésel con inyección directa por gestión electrónica y con turbocompresor. Por lo tanto, aunque hay otros fabricantes que también utilizan este tipo de motor térmico, alimentado por el combustible diésel, las siglas TDI hacen referencia específicamente a las mecánicas de la marca alemana Volkswagen.
Significado de las siglas TDI en motores diésel
TDI son las siglas de ‘Turbodiesel mit Direkteinspritzung’ -en alemán- o de ‘Turbo Direct Injection’. En español, las siglas hacen referencia a los motores turbodiésel de inyección directa del fabricante de automóviles Volkswagen. Son mecánicas que, en la parte superior del pistón, en la cámara de combustión, reciben de forma directa la inyección de combustible sin que se requiera de una precámara. Pero además de esto tienen otra característica clave, y es que los motores TDI tienen un turbocompresor; es decir, un sistema de compresión del aire que accede al motor, para conseguir una mayor potencia y par sin necesidad de una cilindrada superior.
Las siglas TDI se han extendido en el entorno del automóvil para designar a cualquier motor turbodiésel con inyección directa, en tanto que muchos fabricantes de automóviles han utilizado este tipo de mecánica. Sin embargo, esta es la denominación comercial propia de Volkswagen. Y sus mismos motores se utilizan también en marcas como Skoda, SEAT, Cupra o Audi. Es decir, que aunque utilicen en ocasiones denominaciones diferentes, el bloque motor es exactamente el mismo en modelos parecidos de todas estas marcas.
¿Cómo funcionan los motores TDI de Volkswagen?
Los motores TDI utilizan un turbocompresor como elemento de sobrealimentación. El paso de los gases de escape hace girar la turbina del turbocompresor, de tal modo que accede aire a la admisión de los cilindros a través de un compresor. En el proceso de compresión de la mezcla, el combustible se inyecta de forma directa y a una elevada presión, gracias a los inyectores gestionados de forma electrónica. En tanto que se activan por corriente eléctrica, este tipo de inyectores funcionan de una forma más rápida. Esta tecnología consigue que la entrada de combustible se divida en varias pulverizaciones para reducir el consumo de combustible y ofrecer una respuesta más suave y progresiva.
Gracias a la tecnología TDI se consiguen motores con un consumo de combustible más contenido y, sin embargo, con más potencia. Este tipo de mecánicas tienen optimizado el régimen de revoluciones en el que se entrega el par motor, con una curva suave y alargada. Pero además, la combinación del turbocompresor con el sistema de inyección directa, con gestión electrónica, permite que la suavidad en la conducción a bajas revoluciones sea mayor. Y todo esto se consigue ofreciendo una buena eficiencia y un excelente rendimiento, además de unas emisiones contaminantes reducidas.