Cómo arreglar un arañazo

Hablamos por lo general de arañazos, pero evidentemente hay varios niveles de desperfectos, en este campo, que pueden afectar a nuestro coche. Por lo tanto, evidentemente, lo primero de todo es evaluar los daños del vehículo para conocer, exactamente, a qué nivel está afectado, y qué tipo de piezas y materiales vamos a tener que reparar.

A este nivel, hablamos de un arañazo leve si sólo le ha afectado al barniz o laca y no ha llegado a causar problemas sobre la pintura. Esto es normal por el simple uso del vehículo, y se puede producir durante la misma circulación por el roce con ramas y la simple salpicadura de pequeños objetos en la vía.

En el servicio postventa de nuestro fabricante nos van a ofrecer botes de laca para arreglar este tipo de arañazos, de forma que no nos equivoquemos con el tono y para garantizar que la calidad de la reparación sea la máxima posible. Ahora bien, también es cierto que los ‘repuestos’ oficiales son los más caros, luego no siempre va a ser la mejor opción cuando el arreglo tampoco requiere demasiado esmero.

En cualquier caso, ya sea un rotulador del color de nuestra pintura, o un spray de laca, lo primero que vamos a tener que hacer siempre es limpiar la zona y, sobre todo, antes de aplicar cualquier sustancia comprobar que está completamente seca. Una vez que hemos hecho esto, es recomendable pulir ligeramente la zona del arañazo con una bayeta de microfibra.

Cuando ya tenemos la zona del arañazo perfectamente preparada, entonces es cuanto toca aplicar el rotulador con el color de nuestra carrocería. Ahora sí, esperaremos a que se seque y sólo cuando esté completamente seco de nuevo, pasadas varias horas, será cuando ya podamos aplicar el spray de laca. Todo esto es recomendable hacerlo en interiores, simplemente para evitar que mientras se está secando, se pueda adherir cualquier pequeña partícula no deseada y quede pegada.