Volvo tiene muy claro que el futuro de la marcar pasa por la hibridación y electrificación de gran parte de la gama. Por ello ya anunció que en su línea de desarrollo aboga por mantener los motores de gasolina actuales con sistemas híbridos para que, llegado 2025, las ventas de Volvo eléctricos supongan la mitad de las matriculaciones anuales.
En un principio Volvo anunció que para 2019, al menos una versión de cada modelo sería eléctrico, pero esto incluía tanto sistemas híbridos como híbridos enchufables o eléctricos puros. Sin embargo y con motivo del Salón de Pekín, el CEO de Volvo Cars Håkan Samuelsson ya ha aclarado los términos de cuál es la estrategia de la marca sueca de cara a la próxima década, y esta pasa por que las ventas de eléctricos sean capaces de alcanzar las ventas de los modelos de combustión en una relación 50/50.
Volvo y Polestar, una estrategia eléctrica agresiva
Quizás solamente Porsche pueda ahora mismo rivalizar en cuanto a contar con una estrategia agresiva en la que se apueste firmemente por los vehículos eléctricos. Mientras el fabricante alemán parece tener ya muy adelantado el desarrollo de sus deportivos movidos por electricidad, Volvo está a la espera de poder lanzar su primer eléctrico que según los rumores sería una versión basada en el Volvo XC40.
Pero Volvo cuenta con la ayuda de Polestar para acelerar el desarrollo de sus modelos eléctricos, por lo que no parece demasiado descabellado su anuncio de que las ventas de eléctricos para 2025 lleguen a ser el 50% de las totales del fabricante sueco, sobre todo si tenemos en cuenta el volumen de comercialización que tiene Volvo en los países escandinavos y el hecho de que allí las infraestructuras de recarga están más adelantadas que en otros países europeos. Estados Unidos es también un mercado propicio para las ventas de los modelos completamente eléctricos.