Ahora que parece que poco a poco la producción del Tesla Model 3 va aumentando poco a poco, Reuters ha anunciado que el próximo modelo de la marca de Palo Alto, el Tesla Model Y, podría arrancar la producción en noviembre de 2019 adelantándose a las estimaciones que había hasta ahora que vaticinaban las primeras unidades para 2020.
Una de las razones que han permitido adelantar este cálculo es que el Tesla Model Y se basa en gran medida en el Tesla Model 3 y, debido a ello, mucho de los problemas que han tenido hasta ahora así como el necesario know how en el proceso de montaje ya lo han ido adquiriendo. Eso sí, de una forma más dolorosa de lo que pensaban.
Tesla: I’m S3XY and I know it
Model S, Model X, Model 3 y por fin el Model Y. Este será el cuarto modelo de Tesla (sin contar el primero de todos, el Roadster) y con el se cierra la denominación tan cachonda que como suele ser habitual, elige Elon Musk para la mayoría de sus proyectos.
La producción del Tesla Model Y ser hará, en una primera fase, en la fábrica que tienen en Fremont para dos años después estar en disposición de comenzar la producción en China. Esto haría que los californianos contasen con varias ventajas, la primera de ellas liberar la producción en la planta principal.
¿El motivo? La necesidad de que entren en producción en 2020 tanto el Tesla Roadster como el camión eléctrico americano. Aunque ambos modelos no son equiparables en cuanto a volumen de fabricación, si que consumirán una gran cantidad de recursos a la fábrica.
Otro motivo interesante al desplazar la producción a China es el crecimiento que allí podrían conseguir, la competitividad en precios así como una economía mucho menos sensible a los desacuerdos comerciales entre el país asiático y el americano.
Tesla vaticina que la producción, ya a pleno rendimiento en las dos ubicaciones, sería cercana al millón de unidades para el Tesla Model Y aunque quedaría por saber si el mercado podría absorber este volumen de ventas y, al mismo tiempo, la empresa ser capaz de ofrecerlas tanto desde un punto de vista financiero como de fabricación.