El progresivo aumento de la demanda de baterías para equipar a los vehículos eléctricos está haciendo que unas pocas empresas en el mundo tengan el nicho de mercado de estos elementos. En un lado tenemos varias empresas asiáticas y en el otro a Estados Unidos. Pero un nuevo plan de acción de la Unión Europea está buscando que el viejo continente también tenga su propio suministro interno de baterías.
La mayoría de los vehículos eléctricos montan packs de baterías de ion de litio que provienen de los mismos fabricantes, tales como Samsung, LG, SK Innovation o CATL, todas ellas chinas y coreanas. Tesla, con su gigafactoria, ha metido a Estados Unidos en el mercado aunque de momento, sólo para el uso en sus vehículos o en sus propias instalaciones de apoyo eléctricas.
Con el paso de los años y del aumento de la demanda, que se disparará sin lugar a dudas entre 2020 y 2025, fechas en las que la mayoría de los fabricantes contarán al menos con media docena de modelos híbridos o eléctricos, Europa se encuentra en un punto de inflexión en el que puede perder el tren de fabricación.
Es por ello que la Unión Europea se ha puesto manos a la obra para crear un plan de acción mediante el cual puedan hacer frente a la demanda y a la vez competir con los fabricantes ya establecidos. Pero este plan de acción no sólo supone la fabricación y suministro de baterías sino que también el posterior reciclado de las mismas.
La comisión europea encargada de elaborar este plan ya se encuentra en fase de formar un comité de empresas tanto tecnológicas como automotrices que sean capaces de construir nuevas baterías de ion de litio para los vehículos eléctricos venideros, sobre todo aquellos fabricados dentro de las fronteras de la Unión Europea.