Es cierto que los coches eléctricos gastan menos a casi todos los niveles. De hecho, los gastos de mantenimiento son más bajos en prácticamente todo, pero hay algo en lo que los usuarios de vehículos eléctricos gastan más: el seguro. Para los coches de propulsión alternativa, y no hablamos sólo de puramente eléctricos sino también de híbridos, el seguro es un 28% más caro, según la media y si los enfrentamos a los modelos equivalentes. En cifras más concretas, hablamos de en torno a 1.750 euros más de gasto, respecto a un modelo diésel o gasolina equivalente, durante la vida útil del vehículo.
El precio del seguro de un coche depende de muchas cosas. La póliza es más cara para vehículos de mayores prestaciones y precio, y también varía en función de la localización del conductor. Es más, el propio conductor es un factor que determina en gran medida cuánto cuesta la poliza, en función de su edad y experiencia -por la antigüedad del permiso de conducción-, y por supuesto según sus antecedentes. Pero estos datos, que los ha facilitado Acierto.com, se refieren a la comparación entre eléctricos y modelos con motor térmico. Y según los valores medios, es hasta un 28% más caro para un coche eléctrico.
Otra traba en contra de los coches eléctricos: el precio del seguro favorece a los modelos con motor diésel o gasolina
Según los datos más recientes, sólo un 1,2% de los vehículos matriculados, aproximadamente, son eléctricos o híbridos -enchufables y puros-. Durante todo el año fueron menos de 5.000 unidades las comercializadas, y una de las mayores trabas es el precio de compra. Son notablemente más caros que sus equivalentes con motor diésel o gasolina, y esto ya supone una barrera para los consumidores.
Pero además, en nuestro país hay escasas ayudas económicas por parte del Gobierno, que tiene en marcha el Plan MOVEA con un presupuesto de 16,6 millones de euros, exactamente el mismo que durante el año anterior. Por otro lado, bien es cierto que, también un problema para la evolución de los coches eléctricos es la disponibilidad de puntos de carga.
Pero a todo lo anterior hay que sumar que, como ya comentábamos, el precio del seguro es un 28% más caro para un coche eléctrico que para el resto. ¿Por qué? Porque las reparaciones de este tipo de vehículos, por parte de las seguradoras, suelen estar relacionados con las baterías y fuentes de alimentación, que son componentes caros. Es exactamente el mismo motivo que explica el sobrecoste frente a los vehículos diésel o gasolina.