Hay diferentes tipos de problemas que pueden llevarte a esto: ¿por qué mi coche no arranca? Y lo más fácil, para dar con el problema y con la solución, es empezar por lo más sencillo e ir avanzando para descartar averías y otros contratiempos. Después de todo esto, seguramente tu vehículo arranque y puedas seguir usándolo con normalidad.
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¿Por qué mi coche no arranca? Problemas posibles
Antes de empezar, y dar con el por qué tu coche no arranca, los siguientes son los cuatro motivos más habituales por los que puedes tener este tipo de problema:
- Problema de batería.
- Falta de gasolina.
- Problema de aceite.
- Avería o fallo.
Problema de batería
Si la batería no tiene carga o se ha averiado, trata de recargar la batería con un cargador. Otra opción es usar las pinzas para conectarla a la batería de otro coche y que así arranque el tuyo. Pero además, hay otra alternativa que es arrancar a empujón; es decir, empujando el vehículo y engranando la segunda macha. Pero si el problema es de batería, lo mejor que puedes hacer es cambiar la batería por una nueva y en buen estado, una vez que hayas identificado que el problema es este.
Falta de gasolina
Si hay batería, pero no queda gasolina, difícilmente va a arrancar tu coche. Revisa que no sea este el problema y, sobre todo, que no haya bajo el motor un charco de gasolina porque podrías estar teniendo una fuga o un problema de inyectores.
Se encienden las luces pero no arranca
Si el coche no arranca, pero se encienden las luces, entonces no se trata de un problema de batería. Podría ser que no dé la energía suficiente, pero es probable que se trate de un problema con el motor de arranque. Habría que sustituirlo y su precio va desde menos de 100 euros hasta 300 euros en función del modelo.
Otros problemas por los que el coche no arranca
Hay problemas menos habituales como los relacionados con el aceite. Si utilizas un aceite inadecuado para la temperatura ambiental de donde esté el vehículo, puedes tener problemas de encendido. También, en los coches diésel pueden darse fallos en los calentadores que impiden el arranque el frío. Unas bujías en mal estado pueden implicar también que el coche no arranque, por ejemplo, en el caso de coches con motor gasolina.