Debido a las cada vez más exigentes normas anticontaminación, los fabricantes de coches se afanan en hacer motores cada vez más pequeños a los que con la ayuda de un turbo se les extrae una potencia similar a un motor de la generación anterior que le doblara en cilindrada. Es lo que se denomina downsizing.
El objetivo no es otro que reducir los consumos y el nivel de emisiones contaminantes. El motor de tres cilindros se comenzó a utilizar en el segmento A o coches eminentemente urbanos para ahorrar costes y por supuesto obtener economía de uso, pero en la actualidad podemos ver coches del segmento B (Mini, Audi A1) e incluso C (Ford Focus, BMW Serie 1) con motores de tres cilindros y con un precio superior a los 30.000 euros.
El ‘downsizing’ y los motores descompensados
Mecánicamente, un motor tricilíndrico está por naturaleza, descompensado. El equilibrio de un motor es mayor cuantos más cilindros tiene y por lo tanto menos vibraciones. Con esto conseguimos que un motor que tenga menos vibraciones sea más agradable de usar pero, también contribuye a que tenga una vida más larga debido al menor desgaste de sus partes móviles. Los fabricantes de hoy en día recurren al truco de añadir un árbol contrarotante para eliminar las vibraciones, aun así a la larga aparecerán además de tener un sonido bastante peor.
¿Realmente consumen menos?
Lo motores de tres cilindros comenzaron a utilizarse en la década de los 70, en la cercanía de otra crisis energética, fundamentalmente por coches de gama media-baja. Como decíamos, actualmente tienen como objetivo reducir emisiones y bajar los consumos pero ¿son las cifras que nos dan los fabricantes fiables? Si tú mismo no eres capaz de acercarte con tu coche a las cifras de consumo que te “vendió” el fabricante, tranquilo…. No es que seas un zoquete en esto de la “conducción eficiente”. Normalmente las pruebas de consumo se hacen con muy baja carga y en condiciones muy favorables, aceleraciones muy suaves… poco o nada que ver con lo que te exige el tráfico en la vida real en una gran ciudad por ejemplo. Es entonces cuando las aparentemente ventajas de un motor de estas características desaparecen. Para circular a un ritmo alegre o con cierta carga, subir un puerto etc, debemos exigir mucho más al motor, y este consumirá más combustible.
¿Y qué hay de las emisiones…?
Ya hay marcas que están cambiando algunos de sus motores por otros más grandes como por ejemplo el VW Polo GTI, que cambio de un 1.4 Turbo con 185 CV al actual 1.8 Turbo con 192 CV. Seguro que algún propietario alemán que circule por Autobahn lo agradecerá. Y es que a veces las malas normativas, o normativas mal pensadas hacen que se pervierta el mercado. Y es exactamente lo que está sucediendo en Europa con el procedimiento de homologación de consumo y emisiones, que hacen que los fabricantes hagan coches que en ciertas circunstancias consuman y emitan muy pocas partículas contaminantes pero que en la vida real su consumo y contaminación sea incluso mayor que los motores anteriores. El TUV alemán ya publicó un estudio en el que ligaba varios motores de tres cilindros de nueva generación con un aumento muy grande de emisión de partículas.