Ahora que viene el frío –bueno, que ya ha venido-, no son pocos los que conducen con el abrigo puesto. El abrigo, o un chaquetón, vaya; nada menos que uno de cada cinco conductores en nuestro país lo hace, y no deberían sencillamente por cuestiones de seguridad. ¿Sabes por qué supone un riesgo circular con el abrigo puesto en el coche?
En verano las chanclas, y en invierno el abrigo. Ni una está bien, ni la otra tampoco, pero resulta que respecto a lo primero el Reglamento General de Circulación sí lo deja claro que está prohibido, mientras que sobre ir abrigado no hay prohibición alguna. Y en el primer caso habría quizá más excusa, porque no todos los coches cuentan con aire acondicionado de serie, pero todos tenemos calefacción en el vehículo. En Auto10, Irene Mendoza nos explica muy bien por qué quitarse el abrigo antes de conducir.
Conducir abrigado no es buena idea, por mucho frío que haga
El abrigo reduce tus movimientos de forma considerable e impide que maniobras de emergencia se puedan efectuar a la misma velocidad que sin este tipo de prendas que, por lo general, son más pesadas y abultan más. Menos velocidad y precisión deberían ser motivos suficientes para replanteárselo, pero resulta que también hay problemas con el cinturón de seguridad.
De hecho, explica nuestra compañera que un desajuste en el cinturón de seguridad, habitual con estas prendas, aumenta el riesgo de lesión de forma considerable. Este sistema de seguridad es más efectivo cuanto mayor es la ‘fijación’, y antes se produce la tensión, algo que impiden las prendas abultadas como son los abrigos. Pero además es posible que permita el desplazamiento una vez tensado el cinturón, lo que es todavía más problemático. Por lo tanto, lo más recomendable siempre es quitarse el abrigo antes de conducir.