El motor de tu coche tiene un rango de revoluciones más o menos amplio, en función del tipo de combustible y las características de la mecánica. Y la tendencia hacia un contexto más ecológico está llevando a que llevemos el coche poco revolucionado. En parte, culpa de los propios vehículos modernos, con un indicador de cambio de velocidad que invita a ello. La pregunta es: ¿es malo llevar el coche poco revolucionado?
Y la respuesta es sencilla: sí, es malo llevar el coche poco revolucionado, si abusamos de esta práctica en cualquier circunstancia. Lo que deberíamos tener en cuenta es un concepto muy básico, que es el de esfuerzo de la mecánica. Todo aquello que al motor le suponga un gran esfuerzo, a largo plazo supondrá una degradación, posibles averías y una vida útil más corta. Pero entremos en profundidad en este tipo de conceptos y en el por qué, efectivamente, es malo llevar el coche poco revolucionado si lo hacemos bajo cualquier circunstancia.
Por qué es malo llevar el coche poco revolucionado siempre o casi siempre
Cuando el terreno es favorable –es decir, una pendiente descendente- o cuando circulamos en llano, casi siempre podremos llevar el coche con una marcha larga sin que le suponga un esfuerzo al motor. Y en estas circunstancias, además de llevar el motor más relajado, estaremos reduciendo el consumo de combustible e igualmente reduciendo las emisiones contaminantes. Aquí sí que podríamos llevar el coche poco revolucionado y no supondría problema de ningún tipo para el motor ni a corto plazo ni a largo plazo.
Donde entran los problemas es en las aceleraciones, por ejemplo, o en las recuperaciones. En este tipo de circunstancias, si llevamos el motor con pocas revoluciones y pisamos el pedal del acelerador a fondo notaremos que ‘el coche no puede’. Y efectivamente, el esfuerzo de la mecánica está siendo tal que no hay eficiencia y el consumo de combustible se incrementará, pero además estaremos dañando las partes móviles del motor como son las bielas, los casquillos de bancada y los pistones. A largo plazo, incluso, podríamos provocar averías en otros componentes como la junta de la culata.
Por lo tanto, esto anterior es exactamente lo que hay que evitar. Y además, también hay que tener en cuenta que conducir un diésel a bajas revoluciones, de manera muy recurrente, puede producir problemas tanto en el turbo como en el filtro de partículas y en la válvula EGR. Además de por los motivos anteriores, por la acumulación de hollín.