Es lo habitual hacer viajes en verano, y es lo habitual que estos largos recorridos se hagan en coche. No solo hay que preparar la maleta, sino que también deberías preparar tu coche para viajar, y en este artículo hemos preparado cuáles son los puntos clave que deberías tener en cuenta antes de emprender tu viaje. Vamos a señalarte qué debes revisar, y preparar, antes de viajar este verano con tu coche.
En realidad, hay que preparar el coche siempre que se vaya a hacer un viaje largo. Pero en el verano hay algunos puntos clave a tener especialmente en cuenta por la sencilla razón de que las temperaturas son mucho más altas. Por eso, tanto tú como el coche, y especialmente algunos de sus componentes en concreto, vais a sufrir más de lo normal. Dicho esto, vamos a ver cómo preparar el coche antes de hacer un viaje este verano. Ah, por cierto, estas son indicaciones propias de la DGT.
Contenidos
Revisa los neumáticos del coche
Antes de salir de viaje deberías comprobar –y puedes hacerlo en una gasolinera cualquiera- la presión de los neumáticos. En los propios documentos del vehículo tienes cuáles son los valores de presión adecuados. Esta revisión tendrás que hacerla con el neumático en frío, el vehículo descargado y en llano. Pero además, también debes revisar la profundidad del dibujo del neumático, que debe ser de al menos 1,6 mm, y asegurarte de que no haya cortes o deformaciones en la rueda. Por último, asegúrate de que llevas rueda de repuesto o, en su defecto, el kit repara pinchazos.
Comprueba el nivel de los líquidos del vehículo
La DGT nos recuerda que debemos comprobar que estén en su correcto nivel todos los líquidos del coche. Es decir, tanto el nivel del líquido refrigerante como el del líquido de frenos o de la dirección, el líquido del limpiaparabrisas y también el aceite del motor. Todos estos líquidos se deben revisar en parado, en llano y con el motor en frío. Es fundamental para asegurarnos de que podremos limpiar el cristal de mosquitos –por ejemplo-, que el freno funcionará correctamente o que el motor del coche funcionará a la temperatura idónea en todo momento. Todos estos líquidos son críticos para el correcto funcionamiento del vehículo.
Revisa el estado de la batería
Hay una serie de síntomas de que hay que sustituir la batería del coche, y tu vehículo no debería estar mostrando ninguno de estos antes de salir de viaje. Una batería en mal estado va a impedir que arranquemos el coche; deberíamos asegurarnos de que los bornes no están oxidados, sino que están en correcto estado, y por supuesto que estén bien ajustados. Desde la Dirección General de Tráfico, por otro lado, señalan que deberíamos asegurarnos de que el nivel del líquido sea el adecuado, o que sino deberíamos rellenar cada celda de la batería, y nos invitan a comprobar que no existan fugas de ningún tipo en nuestra batería.
Suspensiones, luces, frenos y climatizador
Los neumáticos son fundamentales para circular de forma segura, claro que sí, pero después de estos van el sistema de suspensión. Son las suspensiones las que mantienen el contacto entre las ruedas y el asfalto y se deben cambiar cada 75.000 kilómetros, aproximadamente. Cuando se desgastan o sufren de algún tipo de avería, lo normal es que el vehículo tienda a subvirar y que, en el volante, notemos que el vehículo es más sensible al viento. Unos amortiguadores en mal estado pueden hacer que la distancia de frenado aumente de forma considerable y pueden provocar que el vehículo cabecee al frenar.
Antes de salir de viaje deberíamos asegurarnos de que el sistema de alumbrado del vehículo, incluyendo los intermitentes, funcionan correctamente, están limpios y están configurados a la altura que corresponde en función del nivel de carga que llevemos en nuestro vehículo. Una vez revisado esto, también deberíamos comprobar que el estado de los frenos sea el idóneo, empezando por las pastillas de freno, que se suelen cambiar a partir de los 25.000 kilómetros aproximadamente. Si las pastillas de freno no se han cambiado en su debido momento, es posible que hayamos llegado a averiar los discos de freno del coche.
Entre las recomendaciones de la DGT, la última es la de revisar el climatizador del vehículo –el aire acondicionado, en los que no tienen climatizador-. Con esto se refieren a viajar a una temperatura de 22 a 24 ºC, aproximadamente, para no aumentar la fatiga del conductor ni incrementar su tiempo de reacción. Si corresponde, se debería cambiar el filtro del habitáculo y asegurar que la carga del gas sea la correcta.
Nuestras recomendaciones para viajes largos de verano
Aunque las anteriores son las recomendaciones de la Dirección General de Tráfico, y sin duda son útiles, podemos añadir algunas. Sobre todo, que nos aseguremos de que en el coche llevamos los correspondientes triángulos de emergencia y los suficientes chalecos de emergencia en función de la cantidad de pasajeros que vayan a viajar en el vehículo. Todo esto nos hará falta si, por cualquier motivo, acabamos teniendo que parar durante algún tiempo en medio de la carretera.
Además de lo anterior, recordar que es recomendable hacer una parada cada 2 horas ó 200 kilómetros, aunque cada cual sabrá cuándo debe hacer sus descansos puntuales. Y por supuesto, tener presente que lo más recomendable es llevar agua en el coche. Aunque vayamos a hacer paradas, por si acaso ocurriese cualquier tipo de emergencia, siempre es recomendable tener bebida en nuestro vehículo.
Más allá de todo lo anterior y nuestras propias recomendaciones para preparar el coche para viajar en verano, circula con cuidado y disfruta.