Ha sido la noticia de la semana, que en los Estados Unidos se ha aprobado la medida excepcional que obliga a Volkswagen a recomprar los 2.0 TDI afectados por el dieselgate, y sus usuarios han aprovechado las rendijas legales para entregárselos al fabricante, sí, pero despiezados. ¿Por qué? Porque la resolución legal, a grosso modo, sólo exigía a los propietarios afectados que los vehículos puedan ser desplazados por sí mismos.
Esta semana hemos visto decenas de fotos de Volkswagen Golf despiezados, con el motor 2.0 TDI afectado por el dieselgate, que sus propietarios han entregado al concesionario del fabricante que les corresponde en una pésima situación para obtener el reembolso que la Justicia estadounidense ha ordenado a Volkswagen. Entre las condiciones de la recompra sólo se incluye que el vehículo pueda ser movido por su propio propulsor, y los compradores afectados han aprovechado esta imprecisión de la resolución jurídica para entregarlos despiezados.
Joe Mayer, el propietario del Volkswagen Golf 2.0 TDI ‘en el chasis’
El caso de Joe Mayer, el propietario del Volkswagen Golf 2.0 TDI que aparece en las fotografías, es un caso excepcional. No se ha limitado a quitar un par de guarnecidos, un piloto, o sencilamente un faro. Tampoco se ha conformado con una alfombrilla, o con el sistema multimedia, como han hecho muchos de los propietarios que han decidido despiezar sus vehículos antes de la recompra por el dieselgate. No, el suyo está prácticamente en el chasis, y Volkswagen se ha negado a recomprarlo.
El propietario del vehículo asegura que su vehículo cumple con las condiciones de recompra que la Justicia ha impuesto a Volkswagen en este proceso legal de resolución por el dieselgate. Volkswagen, por su parte, no ha dado detalles demasiado precisos sobre su negación a la recompra, y ha comentado únicamente que pretenden hacer este proceso lo más fácil y posible para sus clientes afectados (…).