La marca de moda, la firma que altera a la administración Trump, la compañía que trae de cabeza a las eléctricas españolas, el gigante que está cambiando poco a poco el statu quo de las petroleras. Hablamos, cómo no, de Tesla, que cambió ayer mismo su denominación con la intención de diversificar su oferta de productos y orientarlo hacia el campo de las energías renovables. Damas y caballeros, quítense el sombrero y pónganse en pie ante Tesla Inc.
La compañía de Elon Musk refleja así sus intenciones. En los últimos meses ya han puesto en marcha esta dinámica con la producción de placas solares para uso doméstico, el desarrollo de baterías para almacenar energía autoproducida y con finalidad de autoconsumo (la misma que están poniendo en jaque a los gobiernos europeos) e, incluso, pretenden competir con Uber con un servicio de vehículos bajo petición.
JUST IN: Tesla Motors changes name to Tesla, Inc. • $TSLA
— CNBC (@CNBC) 1 de febrero de 2017
Ir a por todas
No es nueva esta maniobra de incorporar la coletilla Inc. en la industria tecnológica. Ya la pudimos ver, por poner dos ejemplos, en Apple al lanzar el iPhone en 2007, pasando a llamarse Apple Inc. desde Apple Computers. Snapchat, el año pasado, cambió su denominación a Snap Inc., sí, hablamos de la empresa que trajo la aplicación que nos ha convertido a todos en perritos con la lengua fuera.
La aprobación para esta decisión comercial, según Expansión.mx, tuvo sus orígenes en la aprobación de los accionistas de la entonces Tesla Motors para la compra de la compañía SolarCitym, productora de paneles solares de la que Musk era el accionista mayoritario, por la nimia cantidad de 2.000 millones de dólares.