El sector del automóvil está viviendo un momento crítico por la falta de semiconductores. Tanto es así que algunos modelos se venden más caros de segunda mano que comprados nuevos. El motivo es porque la falta de stock hace que los coches usados, con entrega inmediata, se estén pagando mejor que uno nuevo que conlleva meses de espera. Así que eso ha desencadenado prácticas contra las cuales Tesla está tratando de luchar.
El fabricante de automóviles eléctricos Tesla está pasando por los mismos problemas de stock que casi cualquier otra marca. Ahora bien, también hay que tener en cuenta que Tesla tiene su propio negocio de coches usados. En este contexto que detallábamos, la marca dedicada a los coches eléctricos ha incluido una nueva cláusula en sus pedidos por la cual se reservan el derecho a cancelar cualquier pedido en caso de que se crea que un cliente tiene la intención de revender ese coche.
Tesla le está cancelando el pedido a algunos de sus clientes
La firma presidida por Elon Musk no tiene reparos en tomar fuertes medidas para mantener a sus clientes disciplinados. ¿El problema? Que, aunque una medida puede tener cierto sentido a priori, siempre hay lugar a que se den falsos positivos. Es decir, que puede ocurrir que Tesla tenga sospechas de que alguien va a revender un coche y, sin embargo, no sea así. Con la política que están llevando, sus clientes no solo corren el riesgo de perder un pedido, sino que pueden llegar a no poder comprar a Tesla otro coche en el futuro.
Y sí, Tesla está en un momento en el que se lo puede permitir, porque tienen una cola de pedidos de aquí a varios meses. Pero lo cierto es que parece que esta jugada no les está saliendo bien, o no del todo, como demuestra el caso de Frederick Foley Rousseau. Según señala este cliente en redes sociales, su esposa y él tenían dos Tesla Model 3 de 2021; él vendió el suyo para comprarse un Tesla Model Y. Comenta que tenía dudas entre un Long Range y un Performance, así que hizo los dos pedidos considerando que su esposa quizá también querría cambiar de coche. Hasta ahí todo bien, pero la situación evolucionó algo peor de lo que debería.
Este cliente de Tesla comenta que, mientras estaba cenando en un restaurante con su esposa, recibió la llamada de un representante de Tesla para informarle de que se habían cancelado los dos pedidos que había hecho. ¿Por qué? Porque Tesla tenía sospechas de que se trataba de revendedores cuando, según explica el cliente en redes sociales, con todo lujo de detalles, no es así. Y aunque trató de explicarle la situación real al representante, no consiguió convencerle y perdió los pedidos y los precios que ya tenía bloqueados. Algo importante, porque ahora los precios han subido.
Lo peor, en toda esta situación, es que Tesla tomó medidas contra el cliente antes siquiera de haber podido recibir una justificación. Y ahora, salvo que consigan hacer tan viral su problema como el de la autonomía perdida, no parece que vayan a tener ninguna solución. Quizá la medida de Tesla sea una buena idea para tratar de luchar contra la especulación, pero lo cierto es que están actuando contra quien no corresponde.