Las bicicletas eléctricas, en su mayoría, tienen una batería integrada en el cuadro. Pero también hay algunas otras que tienen la batería instalada en la parrilla trasera, por ejemplo. Esto ocurre sobre todo en las que son de paseo. Y cada vez es más habitual que los fabricantes introduzcan en sus bicicletas eléctricas la opción de un accesorio que, en realidad, cualquier ciclista debería exigir como un básico. Si te vas a comprar una bicicleta eléctrica, y me aceptas un consejo, te recomendaría que solo compres modelos que tengan esto.
Te hablo de un extensor de autonomía. Puedes llamarlo de este modo o también lo puedes llamar batería extra. En cualquier caso, se trata de un anclaje especial que permite, en el propio cuadro, colocar una batería adicional a la que ya viene de fábrica integrada en el cuadro. Cada vez son más las bicicletas eléctricas que aceptan esto, y es esencial porque la bicicleta eléctrica puede que te ofrezca 100 kilómetros de autonomía, por ejemplo, pero gracias a este accesorio vas a poder disponer de más autonomía. En muchos casos, de hecho, este extensor de autonomía o batería extra te permite duplicar la autonomía. Y lo mejor de todo es que este accesorio se puede poner o no siempre que queramos. Pero entremos algo más en detalle.
Así es un extensor de autonomía para bicicletas eléctricas, una batería extra que no debería faltar en tu próxima compra
Las que estás viendo en las fotografías anteriores es la Range Extender de Orbea, pero hay otros muchos fabricantes que ofrecen en sus bicicletas eléctricas ese anclaje especial y esas baterías extra para sus ciclistas. Una de las compañías que más recientemente ha anunciado la incorporación de este accesorio es Decathlon. Y en las cifras concretas de la compañía francesa, en una de sus bicicletas eléctricas podemos pasar de los 630 Wh de capacidad de almacenamiento energético que tiene la batería integrada en el chasis a un total de 1.000 Wh, porque el extensor de autonomía tiene 370 Wh extra de capacidad de almacenamiento energético.
Evidentemente, disponer de un máximo de 1.000 Wh en nuestra bicicleta eléctrica nos va a permitir disponer de muchos más kilómetros de autonomía que si nos quedásemos en exclusiva con los 630 Wh que vienen en la batería integrada. Pero lo mejor de todo es que en cualquier momento podemos elegir si poner la batería extra, o no. Así podemos disponer de más autonomía a costa de mayor peso cuando vayamos a hacer rutas más largas y, sin embargo, tener un peso contenido en nuestra bicicleta cuando no nos haga falta una autonomía tan generosa.
La cuestión es que, además, es posible que cuando compres tu nueva bicicleta eléctrica consideres que la autonomía que da la batería integrada es suficiente, pero ¿y si en el futuro necesitas más? Por eso, la mejor decisión que puedes tomar –bajo mi punto de vista, claro- es comprar una bicicleta eléctrica que tenga este sistema de batería extra. Y quizá durante un buen tiempo de la vida útil de tu ebike ni siquiera compres esa batería adicional, pero siempre tendrás la posibilidad de comprar la batería en el futuro para poder disponer de más kilómetros de autonomía.
Este tipo de bicicletas eléctricas, que como comentábamos al principio son cada vez más modelos y de más fabricantes diferentes, disponen de un anclaje específico para poder llevar bien sujeta la batería. Pero es que además cuentan también con una conexión especial para el sistema eléctrico. La batería extra también se tiene que conectar a la otra batería, y para ello es necesario que de fábrica nuestro modelo de bicicleta eléctrica esté preparado para aceptar este accesorio. Y si te he convencido, que espero que sí, te recomiendo que prestes mucha atención a cuánta capacidad te ofrece la batería extra de los diferentes modelos en que puedas estar interesado. Cuanta más capacidad de batería puedas tener, o más rápido pueda cargar la batería, mejor que mejor.