A principios de este año Liberty, promotor del Campeonato del Mundo de Fórmula 1, anunciaba que haría desaparecer las conocidas azafatas tal tal y como las conocíamos hasta ahora y en su lugar pondría niños para hacer la misma función. Una decisión que levantó muchas críticas, tanto en contra como a favor de ella y que aunque creíamos zanjada no ha sido así ya que en algunas carreras, la presencia femenina seguirá teniendo un fuerte peso.
Esta práctica considerada sexista, la cual se ha intentado poner fin de forma casi fiel al refranero español: «muerto el perro, se acabó la rabia»; podría haber tenido soluciones intermedias desde una cantidad equitativa en cuanto a presencia de hombres y mujeres hasta una regulación en cuanto a la vestimenta que podrían llevar, por poner sólo algunos ejemplos.
Sin embargo lo cierto es que algunos patrocinadores, sobre todo en Grandes Premios de gran tradición como suele se el de Mónaco saben que el uso de azafatas para atender a sus invitados vende, y mucho, y por ello han anunciado que seguirá teniendo presencia durante los fines de semana de carrera.
Esto viene a decir que aunque Liberty haya prohibido expresamente la presencia de azafatas en las parrillas de salida, lo cierto es que seguirán siendo utilizadas como escaparate para productos de patrocinadores fuera de la recta principal de boxes, tal y como se venía haciendo hasta la fecha. Además y en muchos casos, estos patrocinadores son los mismos que dan nombre al Gran Premio, una de las fuentes de ingreso más importantes de cara a la viabilidad del campeonato.
Finalmente todo parece indicar que, de llevarse a cabo, la prohibición dará la impresión de haber sido una medida más de cara a la galería que verdaderamente eficaz. Y es que como ocurre en muchos más ámbitos de la vida, la solución no suele ser prohibir sino regular con el fin de buscar el equilibrio.