Las ciudades se están empezando a llenar de pequeños coches eléctricos ‘low cost’ como el Citroën AMI o el XEV Yoyo, y pronto llegarán otros como el Microlino. Pues hay otra propuesta en marcha, también a punto de lanzarse en Europa, que se llama CT-2 y es bastante mejor que un AMI. ¿Por qué? Pues, entre muchas otras cosas que vamos a ir repasando en detalle, porque es un modelo que por muy loco que parezca puede cambiar de tamaño. ¿No querías un coche eléctrico pequeño? Pues toma, este es tamaño ‘nano’.
El CT-2 es un coche eléctrico totalmente honesto, porque está pensado para moverse por la ciudad y no salir de ahí. Por eso tiene una pequeña carrocería de solo 2,5 metros y de 1,58 metros de alto. Ahora bien, está bien aprovechado porque tiene 1,8 m de distancia entre ejes que permite que el habitáculo, a pesar de sus enanas dimensiones, resulte espacioso a sus ocupantes. Que, por cierto, a diferencia del Citroën AMI y el XEV Yoyo, y siguiendo el modelo del ya ‘clásico’ Renault Twizy, van montados en tándem. Lo más curioso de todo es que es un coche con chasis transformable; en función de si escogemos el modo de conducción City o si lo cambiamos al Sport, de manera totalmente automática puede tener 1 metro de ancho aproximadamente, o ensanchar las ruedas hasta llegar a 1,4 metros para mejorar su estabilidad durante la conducción. Es algo que no se había visto nunca antes entre los coches eléctricos de estas características y que, sin embargo, teniendo en cuenta que está enfocado puramente a la ciudad, tiene mucho sentido.
Así es el CT-2, un impresionante y pequeño coche eléctrico que se ensancha para correr más o se estrecha para circular por la ciudad
En el modo City, este singular coche eléctrico llamado CT-2 tiene su velocidad máxima limitada a 45 km/h. Esto, de que la velocidad máxima sea una u otra en los diferentes modos de conducción, sí que es algo que habíamos visto anteriormente en este tipo de vehículos urbanos. Y está justificado en el hecho de que de este modo se puede conseguir más autonomía haciendo trabajar a su pequeño motor eléctrico a menor rendimiento. Así que, si queremos ir más rápido, y poder llegar hasta 90 km/h, es tan fácil como seleccionar el modo Sport y esperar también a que se ensanche el chasis para conseguir una mayor estabilidad a semejante velocidad de vértigo –esto es un chiste-.
La cuestión es que en modo City podemos conseguir hasta 180 km de autonomía y, sin embargo, si utilizamos el modo Sport nos vamos a quedar en aproximadamente 120 km de autonomía máxima. Y esto es porque, como comentábamos anteriormente, el modo City no exprime tanto el motor eléctrico y, sin embargo, en el modo Sport se emplea a fondo el sistema eléctrico compuesto por dos motores que llegan hasta los 20 CV de potencia máxima.
Es una idea y un concepto de lo más original, y al mismo tiempo es un formato más práctico y polivalente que opciones ya disponibles en el mercado como el Citroën AMI. Según las especificaciones que ha facilitado el fabricante, que por cierto es israelí, es capaz de acelerar de 0 a 50 km/h, que es lo que importa en esta categoría de coches eléctricos, en cinco segundos. Además, destaca por la maniobrabilidad en el ámbito urbano, porque la marca declara también que su radio de giro es de tan solo 8,5 metros. En este apartado también estamos acostumbrados ya a ver cifras muy destacables entre los coches urbanos.
La intención de la compañía es empezar con su fabricación en masa a partir del año 2024, y este es otro de los varios coches eléctricos urbanos previstos que se venderá en Europa. Aquí debería tener la consideración de cuadriciclo, y lo más probable es que se encuentre con limitaciones a la hora de poder acceder a la autopista. Al menos así debería ser, como en el caso del Citroën AMI, porque meterse en una carretera limitada a 120 km/h con cosas como el XEV Yoyo no es algo que transmita demasiada seguridad. Y sin embargo, con el XEV Yoyo se puede hacer porque es un cuadriciclo pesado.
Según lo que sabemos hasta ahora, por lo revelado por la propia marca, es una idea genial para las ciudades. Pero vuelve a ocurrir como con el Citroën AMI o el XEV Yoyo, y es que su precio no tiene ningún tipo de sentido. Según el consejero delegado de la compañía partirá desde 16.000 euros y eso antes de impuestos. Vamos, que te va a contar más que un coche de verdad. Así que, salvo casos muy llamativos, alquiladoras y alguna empresa de car sharing, a ver quién toma la buena decisión de comprárselo –este es otro chiste, no es buena idea en absoluto por ese precio-.