Los coches eléctricos representan una cuota de mercado cada vez superior. El elevado coste que mantienen ahora mismo se ve justificado por el coste de las baterías, pero también por las fuertes inversiones que los fabricantes han hecho en plataformas, adaptaciones de sus plantas de producción y un largo etcétera. La lógica nos decía que bajarían de precio a medida que se fuesen vendiendo más vehículos eléctricos; sin embargo, seguirán subiendo hasta 2026, como poco.
Como informan desde CNBC, el gran problema –actual- de los coches eléctricos está en que la demanda de recursos va a crecer de manera exponencial y, sin embargo, dichos recursos tienen una oferta limitada. El gran problema está en la escasez de Litio, que es clave para las baterías de los vehículos eléctricos. Y esta escasez va a propiciar que los precios de los coches eléctricos sigan creciendo durante los próximos cuatro o cinco años y de manera destacable. De hecho, no prevén que empiecen a bajar hasta 2030.
Los coches eléctricos seguirán subiendo de precio hasta el año 2026 por la escasez de Litio
El gran problema está en la escasez de litio frente a la previsión de aumento de ventas de los coches eléctricos y, en definitiva, sustancial aumento de producción de baterías para los mismos. En datos de Fastmarkets, se espera que el suministro de litio colapse, en relación a la demanda, en torno al año 2026. Por eso es que se espera que al menos hasta el año 2026 los precios de los coches eléctricos continúen aumentando progresivamente. Al mismo tiempo que la demanda continúe creciendo, sí, seguirán abriéndose minas y centros de procesado, entre otros agentes involucrados en la cadena de suministro, pero la relación va a desbalancearse para el año 2026 y quizá no se equilibre hasta el año 2030.
Hay fabricantes como GM, BMW o Ford, que se han aliado directamente con compañías mineras, que son las que extraen el Litio. Y aunque quizá se garanticen el suministro, nadie va a escapar de esta escalada de precios que está prevista para los próximos años. Hasta el año 2026, los precios de las celdas de batería podrían subir hasta los 138 dólares por kWh. Esto implicaría, siguiendo con la misma divisa, que los precios de los coches eléctricos, dependiendo de su capacidad de batería, puedan subir entre 1.500 y 3.000 dólares.
La buena noticia está en que los fabricantes de coches eléctricos están reduciendo costes en otras áreas, y sin lugar a dudas una mayor demanda también les permitirá seguir ajustando precios. Y sea como fuere, aunque estos primeros años de transición al coche eléctrico van a traer consigo importantes turbulencias, la previsión apunta a que los precios bajen desde el año 2026. Evidentemente, la industria está transformándose por completo y, por el camino, seguro que este no va a ser el único problema que va a surgir.