Las energías renovables están creciendo a un ritmo destacable; durante el pasado año 2021 se logró un nivel récord de producción de energía solar, eólica y otras fuentes renovables. Y además, según la Agencia Internacional de Energía, durante este año 2022 su producción seguirá aumentando a buen ritmo. No obstante, ya prevén cuándo dejará de crecer, y será tan cerca como el próximo año 2023.
Según los datos de la IEA, el pasado año 2021 se alcanzaron los 295 GW de producción de energía renovable estableciendo un nuevo récord a nivel internacional. Y esto a pesar de los problemas que han existido con la cadena de suministro, los retrasos que ha sufrido la construcción de las infraestructuras correspondientes y los elevados precios que han alcanzado las materias primas. Y en estos momentos se prevé que se aumente en 25 GW la producción internacional de energías renovables, llegando en 2022 a 320 GW.
Europa está centrada en aumentar la producción de energías renovables
Durante este año 2022, la energía solar está cerca de suponer el 60% del crecimiento global de la energía renovable, con la eólica e hidroeléctrica por detrás, y en este orden. La Unión Europea ha registrado un aumento de cais el 30% durante el año 2021. Pero durante los años 2022 y 2023 Europa debería experimentar un importante crecimiento. Entre otras cosas, potenciando la instalación de placas solares en tejados de viviendas y todo tipo de construcciones, de tal modo que se pueda reducir la dependencia del gas natural y los combustibles fósiles.
Pero no solo Europa está impulsando el crecimiento de la producción de energías renovables, sino que China y América Latina también están haciendo grandes esfuerzos aquí, mientras que Estados Unidos avanza a la sombra. Y sea como fuere, en estos momentos existe el miedo de que durante el próximo año 2023 este ritmo de crecimiento se pueda ver decelerado. El problema vendría dado tanto por la hidroeléctrica como por la eólica, que están recibiendo menos apoyo a nivel internacional. Si no se toman medidas en este ámbito, efectivamente durante el año 2023 la producción de energías renovables podría dejar de crecer al ritmo que lo está haciendo.
Ahora que en Europa se ha tomado la decisión de prohibir los gasolina y diésel para 2035, y en el contexto de las tensiones internacionales y la reestructuración geopolítica mundial, es cuando se tiene que pisar el acelerador e impulsar las fuentes de energía renovables. La demanda de electricidad no va a hacer sino seguir creciendo en los próximos años, y será crítico que aumente también –como de momento está ocurriendo en todo el mundo- la producción de energías renovables.