Algo que se ha criticado bastante en la Fórmula 1 en los últimos años es precisamente una virtud del Mundial de Resistencia. Aunque, bien es cierto, esta virtud se esté perdiendo por el abandono de los grandes constructores de la categoría LMP1, la F1 debería aprender de ella. Es algo que hasta hace no mucho tiempo hemos visto en la máxima categoría del automovilismo.
Hablamos, cómo no, de la libertad mecánica. Hasta los años 90 podíamos ver rugir a los Fórmula 1 de motores V12 junto al canto profundo de los V10 y las notas finas de los V8 corriendo en la misma pista. En 2006 vimos una versión descafeinada de esta pluralidad de antaño. En el cambio de motores V10 a V8 la FIA permitió mantener unos V10 limitados para los equipos con menos recursos. Finalmente fue Toro Rosso, que heredaba los planes de Minardi, quien montó el último V10 de la categoría. Un Cosworth TJ2006 3.0 V10 14 Series con tope de revoluciones a 16.800 RPM.

La puerta de libertad de diseño en la Fórmula 1 está abierta
Aunque parece bastante claro que los motores de 2021 vayan a ser V6 turbo hibridados con tal sólo la MGU-K potenciada, sigue habiendo debate. Incluso sobre este diseño se debate aún si introducir motores biturbo. Para alimentar más el debate, se postula ahora la entrada de la tracción 4×4 en los monoplazas, algo hasta ahora inédito en Fórmula 1. Esta tracción podría lograrse introduciendo otra MGU-K en el morro que potencie las ruedas delanteras. Una opción tremendamente interesante.
Pero ahora salen voces desde el entorno de Mercedes que piden mantener la dichosa MGU-H que tantos quebraderos de cabeza ha dado a todos los motoristas excepto a ellos. Parece lícito pedir que, si ellos han logrado afinar esa tecnología, no se la quiten alegremente. Y ahora planteo ¿por qué eliminarla?
A partir de 2021 entrarán nuevos motoristas a la competición. Cosworth y Toyota podrían regresar. Ilmor y Porsche ya han dicho que quieren volver. En McLaren sueñan con BMW si una alianza con Porsche que rememore los tiempos de TAG no cuaja. Si acotamos a los fabricantes desde ya, perdemos oportunidades. ¿No sería mejor dejarles libertad en el diseño?
Podemos poner sobre la mesa 4 opciones para los motores de 2021, todas basadas en motores V6 turboalimentados. La primera de ellas es la que se ha venido rumoreando: Un V6 turbo híbrido con MGU-K potenciada que elimine la MGU-H actual. La segunda, una configuración que incluya una MGU-K no tan potenciada, pero con configuración biturbo. La tercera sería mantener el V6 turbo con MGU-K y MGU-H. Finalmente, la cuarta opción sería la rumoreada de tracción a las 4 ruedas con una MGU-K extra para potenciar el eje delantero.

La Fórmula 1 podría tener cuatro tipos de coche si quisiera
En principio parece un poco caótico y los motoristas deberían estrujarse las meninges para escoger la opción que mejor les convenga. Pero ¿acaso no es esa la esencia de una competición de escuderías como la Fórmula 1? La reglamentación podría afinarse estudiando la entrega que pueda ejercer la parte eléctrica y las distintas configuraciones. Así garantizarían rendimientos parejos. Tal vez los motores biturbo y los “MGU-K potenciada” tuvieran ventaja en circuitos donde se requiera agilidad, menos peso y buena tracción. Por otro lado, los 4×4 y los que mantengan la configuración actual disfruten de ventaja en circuitos como Monza o Bakú.
Sea como fuere, la libertad de motorizaciones daría un aliciente más a la nueva Fórmula 1 de Liberty Media para la entrada de nuevos constructores. Podríamos ver a una Ferrari con un todopoderoso biturbo, una Mercedes que conserve su afinada MGU-H, una Renault con una MGU-K ultra potente y una McLaren Porsche con la tracción 4×4 que tantos éxitos le ha dado en Le Mans. Ojalá todo esto supere ser un mero artículo de opinión y en un futuro próximo sea noticia. Fórmula 1, no pierdas una nueva oportunidad.