Donald Trump, el Presidente de los Estados Unidos, lleva varios días pinchando a algunas empresas americanas para que fabriquen algunos de sus productos en Estados Unidos y, de esta forma, puedan evitar los aranceles que tiene previsto aplicar a todos los productos importados desde China y que encarecerían el precio final para los americanos. Tras Apple, ha sido Ford la que ha recibido las críticas de Trump en forma de tweet, tal y como señala el diario New York Times.
“Ford has abruptly killed a plan to sell a Chinese-made small vehicle in the U.S. because of the prospect of higher U.S. Tariffs.” CNBC. This is just the beginning. This car can now be BUILT IN THE U.S.A. and Ford will pay no tariffs!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) September 9, 2018
La búsqueda del producto Made in USA
Así la marca americana se veía señalada con el dedo tras el anterior mensaje publicado por Donald Trump en el que, textualmente comentaba que «Ford ha matado abruptamente un plan para vender un pequeño vehículo fabricado en China en los Estados Unidos debido a la perspectiva de mayores aranceles en los Estados Unidos’. CNBC. Este es solo el comienzo. ¡Este auto ahora se puede CONSTRUIR EN EE.UU. y Ford no pagará aranceles!»
El modelo en cuestión al que se refería Donald Trump es el Ford Focus Active, la versión familiar del nuevo Ford Focus 2018 y el cual la compañía americana no tiene prevista su comercialización en Estados Unidos debido precisamente a la aplicación de estos impuestos que le evitarían contar con un margen de ganancia adecuado.
Pero además, Ford ha descartado fabricar este vehículo en Estados Unidos debido a que las ventas estimadas son escasas y además se trata de un segmento altamente disputado: «No sería rentable construir Focus Active en los EE. UU, dado un volumen de ventas anual esperado de menos de 50,000 unidades y su segmento competitivo«.
Unos días antes, Trump había utilizado una estrategia similar contra la compañía Apple con el fin de que esta empezase a planificar la fabricación de iPhones en Estados Unidos. Pero la compañía de Cupertino se defendió expresando su oposición total a estos impuestos ya que podrían frenar el crecimiento de Estados Unidos.
«Debido a que todas las tarifas finalmente aparecen como un impuesto a los consumidores de EE. UU., estos aumentarán el costo de los productos de Apple en los que nuestros clientes han llegado a confiar en su vida diaria.»
Parece ser que la estrategia de Donald Trump no está surgiendo el efecto que él pensaba.