Se han juntado 54 organizaciones y consumidores de 26 países para escribirle una carta a Toyota, más concretamente al nuevo CEO de la compañía. Y en ella se le pide al nuevo directivo, en esencia, que se dé prisa con los coches eléctricos, toda la prisa que hasta ahora no ha tenido la reconocida empresa japonesa líder a nivel mundial en turismos. Recordemos que durante mucho tiempo han mostrado más interés por el hidrógeno que por los eléctricos, y que su primera apuesta por el coche eléctrico con el Toyota bZ4X no ha salido demasiado bien.
Hay que tener en cuenta que Toyota, aunque se pelea cada año con Volkswagen por este puesto, es el fabricante número uno a nivel mundial. Es decir, que tiene un papel protagonista en la industria, y por eso es tan importante cada movimiento que lleva a cabo la empresa. Con esta premisa, y aprovechando que Koji Sato ocupará el puesto de CEO a partir del día 1 de abril, esta coalición de 54 grupos ambientales, y de consumidores de 26 países, ha escrito una carta pública a Toyota en la que se pide a la marca que elimine los combustibles fósiles de forma gradual en todo el mundo para el año 2035, y específicamente en Europa para el año 2030.
Una carta exige a Toyota que espabile con los coches eléctricos aprovechando la llegada de su nuevo CEO ¿harán caso?
De momento Toyota solo ha lanzado el bZ4X en Europa como coche eléctrico puro, y su lanzamiento no ha tenido mucha relevancia. Primero se tuvo que retirar del mercado por riesgo de que se le desprendieran las ruedas, y después se pudo ver que no cumplía la autonomía prometida ni de lejos. Además de esto, solo en China, tienen también el bZ3. La marca se ha quedado muy por detrás de sus competidores en cuanto a la apuesta por los vehículos eléctricos, pero es que además han desinformado sobre el vehículo eléctrico de una forma preocupante.
La marca japonesa se negó a unirse a los acuerdos internacionales en relación a la adopción de coches eléctricos y, en definitiva, han mantenido una posición muy polémica respecto a los coches eléctricos. Todo eso, a decir verdad, ocurrió cuando Akio Toyoda estaba al frente de la directiva de la compañía japonesa, y quizá con el nuevo CEO las cosas podrían cambiar. De hecho, Toyoda ya reconoció que no tenía la capacidad para liderar la empresa a través del nivel de cambio necesario para poder adaptarse a las necesidades futuras y, aunque nunca se ha dicho de forma expresa, se ha especulado con que esa incapacidad frente al coche eléctrico hubiera podido ser el motivo de su renuncia al cargo.
Koji Sato fue elegido por el propio Toyoda para encabezar la directiva de Toyota por su capacidad para ‘promover el cambio en una era en la que el futuro es impredecible’. De momento la empresa, y el nuevo CEO, no se han pronunciado de una forma concreta y clara respecto a la nueva posición de Toyota en esto de los coches eléctricos. Lo único que se ha señalado lo dijo el propio Koji Sato, y señaló que quiere tomarse en serio los coches eléctricos, pero no sabemos exactamente hasta qué punto y de qué forma concreta.
Así que esta carta pública ha servido para pedirle al nuevo CEO de Toyota que ‘se comprometa a eliminar gradualmente todos los vehículos con motor de combustión interna en Europa para 2030, y globalmente para 2035’. Public Citizen encabeza la petición, pero también la firman otros muchos como Greenpeace, Rainforest Action Network y un largo etcétera. Ahora la pelota está en el tejado de Toyota y desde mañana día 1 de abril, que el nuevo CEO de Toyota entrará en su importante cargo, seguro que no tardaremos mucho tiempo en tener declaraciones públicas oficiales por parte de la marca desvelando su nueva postura de una forma sólida y contundente. Todas las demás marcas ya han dejado muy clara su posición y sus planes para el futuro, y falta Toyota.
Merece mucho la pena revisar la carta al completo y de forma detallada, porque hay una serie de demandas particulares que se le hacen de forma directa al nuevo CEO de Toyota. Se le piden ciertos compromisos muy específicos respecto a objetivos, y ahora lo más interesante será ver si Toyota da una respuesta pública al respecto. El peso que tienen las organizaciones que se han aliado para escribir esta carta a Toyota no es poco.