Aunque la Comisión Europea ya ha propuesto la prohibición de vender coches gasolina y diésel –así como híbridos- en toda Europa desde el año 2035, y el Parlamento Europeo ha respaldado la iniciativa, hay cinco países europeos que ya han mostrado su oposición a la medida propuesta. Y el próximo paso necesario, para avanzar a nivel legislativo, son las negociaciones entre el Parlamento Europeo y los países de la Unión Europea.
La Comisión Europea y el Parlamento Europeo se han encontrado con la oposición de cinco países a la reducción completa de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de los coches nuevos para el año 2035. Esta propuesta, como ya sabemos, implicaría la prohibición de comercializar, en todo el territorio europeo, coches gasolina, diésel y cualquier tipo de híbrido. De momento, y aunque el primero en oponerse fue Alemania, hay un total de cinco países que ya se han manifestado en contra de la propuesta: Italia, Portugal, Eslovaquia, Bulgaria y Rumania están también en contra de la propuesta de la Comisión Europea respaldada por el Parlamento Europeo.
Se oponen a prohibir la venta de coches gasolina y diésel, pero ¿qué alternativa proponen?
Aunque estos cinco países se han opuesto a la propuesta de la Comisión Europea, tienen una propuesta alternativa. Y no está en contra de la que ya se ha puesto sobre la mesa, sino que sencillamente consistiría en extender el plazo durante cinco años más. Es decir, que a fin de cuentas sí aceptan y están de acuerdo con que se prohíba la venta de coches nuevos con motor térmico o híbrido, pero proponen retrasar la medida hasta el año 2040.
El problema en esta propuesta, o la incompatibilidad, está en que Bruselas considera 2035 el año crítico porque los coches nuevos tienen una vida útil de 15 años de media. Por eso, introducir dicha prohibición en el año 2035 facilitaría que durante el año 2050 se alcancen las emisiones netas cero. Y este objetivo está respaldado al mismo tiempo por la comunidad científica, que apunta a un ‘cambio climático desastroso’ si no se cumple la meta respecto a las emisiones de dióxido de carbono.
La propuesta de estos cinco países, en realidad, no está demasiado lejos de lo que ya se había planteado. Con mayor detalle especifican que en el año 2035 se debería alcanzar una reducción del 90% de las emisiones de dióxido de carbono, y en el año 2040 ya sí que se alcanzaría el 100% de reducción. Esto, eso sí, en el caso de los turismos. Para los vehículos comerciales ligeros proponen un 80% en 2035 y un 100% igualmente en el año 2040.
Quien más fuerza está haciendo en contra de la medida es Alemania, que no solo quiere retrasar el plazo sino que también aboga por apostar por los combustibles sintéticos. Y Alemania es una pieza clave, no solo por su fuerza dentro del Viejo Continente en lo administrativo y legislativo, sino también porque es el país clave en cuanto a la industria del automóvil dentro del mercado europeo.