En los últimos años ha habido varios proyectos de coche eléctrico solar. Es decir, vehículos totalmente eléctricos que cuentan con placas solares en su propia carrocería con el objetivo de ser autosuficientes, en mayor o menor medida, y lograr su autonomía a partir de energía solar. El objetivo de estas tecnologías es evitar pasar por los cargadores o, al menos, reducir la frecuencia con la que es necesaria la alimentación externa de su batería. Pues bien, este revolucionario coche eléctrico ha completado un viaje de 1.000 kilómetros de distancia total sin pasar por un cargador, y sin duda es un resultado prometedor para este tipo de tecnologías.
El coche eléctrico en cuestión se llama Stella Terra, y seguro que a partir de ahora escucharemos hablar más de él. Es un coche eléctrico impulsado por energía solar que ha sido fabricado por estudiantes de Países Bajos. Y su última hazaña ha sido un viaje desde la costa norte de Marruecos hasta el desierto del Sáhara sin parar ni una sola vez en un cargador para coches eléctricos. Todo este recorrido, hasta completar un viaje de 1.000 kilómetros, se ha hecho confiando en sus paneles solares de alta eficiencia. Y es que, de hecho, el sistema fotovoltaico que utiliza es tan eficiente que incluso ha sorprendido al equipo de estudiantes que ha diseñado y fabricado este revolucionario coche eléctrico desde cero.
Un coche eléctrico solar con placas solares tan eficientes que han hecho 1.000 km de viaje sin tener que pasar por un cargador para ello
El ‘Solar Team Eindhoven’, que es como se llama este grupo de estudiantes de la Universidad Tecnológica de Eindhoven, después de este largo viaje sin tener que usar ningún cargador para coches eléctricos ha demostrado ser un 33% más eficiente de lo que se esperaba. Los estudiantes han revelado los datos clave y apuntan a que puede conseguir al menos 710 km de autonomía en un día soleado y en torno a los 660 km en un día nublado. Datos que han revelado a CNN y entre los que matizan que, además, en todoterreno, con un clima favorable, logra hacer 550 km de autonomía eléctrica gracias a su sistema de placas solares.
Wisse Bos, el director del equipo, dice que esta tecnología está 10 años por delante de cualquier otra que esté a la venta a día de hoy. En The Guardian dan con la clave, y está en que tiene una eficiencia del 97% a la hora de convertir la energía solar en la energía que utiliza para sus desplazamientos. Ahora bien, el equipo de estudiantes no se ha centrado únicamente en la eficiencia de sus placas solares, sino que también han puesto un gran esfuerzo en hacer un coche eléctrico que solo pesa 1.200 kg. Porque, evidentemente, es tan importante que produzca mucha energía como que consuma poca electricidad cuando se mueve.
En tanto que la batería se carga en movimiento, recibiendo la luz solar, no necesita utilizar una unidad de gran capacidad de almacenamiento energético. Al menos de día, claro, porque cuando este tipo de coches eléctricos empiecen a hacerse realidad en el entorno comercial, habrá que ver cómo se las apañan para moverse durante la noche si no usan una batería relativamente grande. El caso es que se han aprovechado de esta ventaja para ponerle una batería relativamente pequeña, y sobre todo ligera, y mantener su peso final en tan solo 1.200 kg. Un cambio radical con respecto a los coches eléctricos que se venden a día de hoy.
Y aunque se haya tratado de mantener el peso lo más compacto posible, cuenta con elementos sorprendentes como, por ejemplo, un sistema de asientos totalmente reclinables que permite crear una cama dentro del habitáculo. A día de hoy, lo más parecido a esta idea es el Aptera, un coche eléctrico solar que sigue un concepto muy parecido, pero que no se puede sacar de la carretera y que además tiene un habitáculo de dimensiones muy reducidas.