A pesar de que el coche eléctrico se está imponiendo, como sustituto de la gasolina y el diésel se está promoviendo también el hidrógeno y, sobre todo, el hidrógeno verde. ¿Por qué? Porque, a priori, se obtiene de fuentes de energía renovables –y verdes-, y tan solo produce la liberación de moléculas de oxígeno, además de las de hidrógeno, por la electrólisis del agua. Sin embargo, un interesante estudio apunta a que el hidrógeno es peor que el CO2 para el medio ambiente.
El hidrógeno se plantea como sustituto limpio de los combustibles fósiles porque, como señalábamos, no debería producir gases de efecto invernadero. Y es así, cuando se hace uso del hidrógeno en un vehículo, en lugar de gasolina o diésel, no se liberan gases de efecto invernadero del tubo de escape del coche. Pero este estudio, del gobierno de Reino Unido, asegura que se convierte en un gas de efecto invernadero cuando se libera a la atmósfera. Aseguran que, a largo plazo, puede ser hasta 11 veces peor que el CO2 para el clima de nuestro planeta.
El hidrógeno puede ser hasta 11 veces peor que el CO2 para el medio ambiente
Como es evidente, el hidrógeno tiene inconvenientes. El principal es que la obtención del mismo es complicado que se lleve a cabo sin generar gases de efecto invernadero. La mayoría del hidrógeno que se obtiene en la actualidad se produce a partir de combustibles fósiles. El resto se está obteniendo por electrólisis del agua, sí, pero utilizando enormes cantidades de energía eléctrica que, en su mayor parte, se produce mediante la quema de combustibles fósiles. Por eso es crítico que se produzca hidrógeno verde, que es el que se obtiene mediante electrólisis del agua, pero utilizando energía eléctrica obtenida a partir de fuentes de energía renovables como la solar o la eólica.
En cualquier caso, el estudio del gobierno de Reino Unido no va precisamente a este problema del hidrógeno. Apunta a que los tanques de hidrógeno, en mayor o menor medida, tienen pérdidas de hidrógeno y el gas filtrado, como señalan, es peor que el CO2 para el medio ambiente. En este estudio se detalla que a lo largo de 100 años, una tonelada de hidrógeno liberado a la atmósfera provocaría un calentamiento 11 veces superior de la Tierra que una tonelada de CO2. ¿Por qué? Porque el hidrógeno interactúa con otros gases y vapores suspendidos en el aire, y la consecuencia es que se producen fuertes efectos de calentamiento.
Pero además del problema de los tanques de almacenamiento de hidrógeno está el problema de los cilindros de gas comprimido, que pierden en torno al 0,12 ó 0,24% cada día según este estudio y produciendo exactamente el mismo problema. Por otro lado, cuando el hidrógeno se transporta como líquido criogénico se producen pérdidas de en torno al 1% diario. Estas pérdidas ascienden hasta capas superiores de la atmósfera, donde el gas interactúa con los mismos oxidantes troposféricos que ‘limpian’ las emisiones de metano. A consecuencia, se producen mayores concentraciones de metano y, por tanto, el metano permanece en la atmósfera durante más tiempo. Por otro lado, en estos estudios se detalla también que la presencia de hidrógeno hace que aumente la concentración del ozono troposférico y del vapor de agua estratosférico. El resultado, de nuevo, es que se acentúa el calentamiento del planeta.
Hay que tener en cuenta, eso sí, que incluso aunque la fuga de hidrógeno llegase al 10%, que sería un supuesto extremo en base a los datos que ofrecen, el uso del hidrógeno podría llegar a compensar por un 4% en la reducción de emisiones de carbono. Esto quiere decir que sí, a pesar de todo, puede suponer una importante mejora frente al uso de los combustibles fósiles. Lo que se pretende es recalcar que es de una importancia crítica que se controlen las fugas de este gas dentro de la economía de hidrógeno.