A los fabricantes alemanes, cada vez que les mentas la palabra diésel, les sale directamente sarpullidos. Después de la bestialidad en la que se ha convertido el Escándalo de Volkswagen, Mercedes-Benz tampoco se ha quedado atrás y la autoridad federal de transporte alemana (KBA), casi un millón de vehículos en Europa tendrán que acudir a los concesionarios para realizar una reprogramación por software malicioso.
Aunque hace dos meses y tras una reunión entre el el CEO de Daimler AG, Dieter Zetsche, con Andreas Scheuer, responsable del Ministerio Federal de Transporte e Infraestructura Digital, se saldó con una llamada a revisión de casi 800.000 vehículos, la realidad es que en total serán 980.000 vehículos (280.000 en Alemania y el resto en Europa).
Mercedes-Benz no está de acuerdo y ya ha dicho que recurrirá en los tribunales pero, al mismo tiempo, colaborará en realizar los cambios necesarios en las programaciones de los motores para que estos se ajusten a las exigencias. Sostienen que sus programaciones no son fraudulentas y que únicamente la KBA considera que se han realizado sin ajustarse a la normativa. Puede ser sólo un problema de semántica o, que efectivamente, hay gato encerrado.
Casi ningún modelo se salva, incluso los de motor Renault
Lo cierto es que casi ningún modelo de Mercedes-Benz se ha librado de esta llamada a revisión, y esta abarca desde los compactos como el Mercedes-Benz Clase A hasta los Clase S pasando por los todoterreno como el GL e incluso los vehículos industriales.
Mercedes especificaba que los vehículos con software dudoso eran los Euro 6b, tales como Vito 1.6, Clase C 1.6, ML/GLE/GL/GLS 3.0, Clase V 2.2 y GLC 2.2 pero también habría que añadir, tal y como cuenta el diario Der Spiegel, los Clase G, CLS, Clase S (híbrido incluido), E, SLK y Sprinter.
Estos motores montan motores de tipo 3.0 V6 (OM 642), 2.2 L4 (OM 651) y 1.6 L4 (OM 622). Lo más llamativo es que el 1.6 es de origen Renault pero debido a que la programación es propia de Mercedes-Benz, sus propietarios también deberán pasar para completar la pertinente llamada a revisión en la que sólo se hará una reprogramación y no se sustituirá ningún otro elemento.