De siempre ha habido mucha broma con IKEA y su política de entregar los productos por piezas para que sea el cliente quien lo monte, con las debidas instrucciones. Es algo muy sencillo, se llama reducción de costes por una logística más sencilla. Y es un concepto que se ha llevado a muchos sectores, y que por primera vez ha llegado a los coches eléctricos. El primer ‘coche IKEA’ es sueco, como no podía ser de otra manera, porque IKEA también lo es, se llama Luvly 0 y se puede comprar por tan solo 10.000 euros.
Que 10.000 euros es sin duda un precio bajo en relación a cómo está el mercado, pero otra cosa es que el coche sea barato como tal, y eso depende de sus prestaciones. El caso es que esta marca, Luvly, ha imitado el ‘método IKEA’ y envía el coche por piezas para que se monte en el destino, que afortunadamente no es tu casa sino una serie de fábricas regionales que son las que se van a encargar del ensamblado. Y en realidad no debería sorprendernos tanto porque productos como motos, quads y otros cuadriciclos asiáticos han estado importándose en España exactamente así durante muchos años. En el caso del Luvly 0, la logística está diseñada para que por cada contenedor quepan las piezas de 20 vehículos, en lugar de uno solo. Parece que esta ha sido la configuración óptima que han encontrado a nivel de costes.
El Luvly 0 es el primer ‘coche IKEA’, se envía por piezas y se monta cuando llega para que resulte más barato a nivel de costes
De momento la marca solo ha lanzado el Luvly 0, pero ya han anunciado que tienen previstos varios lanzamientos para un futuro cercano entre los cuales, por cierto, hay un deportivo de tres ruedas e incluso una pequeña furgoneta. Estos modelos van a seguir exactamente la misma clave de diseño que han encontrado imitando la fórmula de IKEA para reducir sus costes y poder vender coches eléctricos más baratos. En el caso del Luvly 0 hablamos de un pequeño coche eléctrico que no tiene aspiraciones a salir de la ciudad.
A nivel técnico, este Luvly 0 tiene una carrocería de solo 2,7 metros de largo y 1,53 metros de ancho con 1,44 metros de alto. Vamos, que es casi un cuadrado con ruedas, lo que entre otras cosas permite que el habitáculo sea lo más aprovechable posible. Tiene un maletero de 267 litros y es biplaza, y quizá una de las cosas más destacables es que tan solo pesa 380 kg. Este peso tan ligero, aunque honestamente me da pánico a nivel de seguridad, es lo que permite que sea mucho más eficiente a nivel energético y que alcance hasta los 90 km/h de velocidad máxima.
La marca no ha concretado qué potencia tiene su motor eléctrico, pero sí ha señalado que tiene una batería de 6,4 kWh de capacidad de almacenamiento energético dividida en dos módulos idénticos y extraíbles, de modo que podemos sacarlos del coche y meterlos en casa para cargarlos. Una excelente idea porque en España, por ejemplo, en las grandes ciudades la amplia mayoría de los conductores no dispone de una plaza de aparcamiento en la que poder instalar un punto de carga para coches eléctricos. Y cada uno de estos módulos pesa 15 kg, que no es demasiado para poder montarlo en el ascensor con relativa comodidad y cargarlos en casa. Ahora, mover los dos ya son 30 kg.
El otro dato que sí han revelado es que tiene una autonomía de 100 kilómetros. Es poco, claro que sí, pero más que suficiente para el uso exclusivo en ciudad. Y lo más sorprendente es el nivel de eficiencia energética que han conseguido, en gran parte por ese bajo peso del que hablábamos antes, porque hace un consumo de tan solo 6 kWh/100 km. Una propuesta interesante para un público muy concreto y que tiene un precio de 10.000 euros, como decíamos anteriormente, Ya se pueden hacer los pedidos a través de su web. Yo, personalmente, preferiría un scooter.