Imagínate que en un coche eléctrico se pudiera convertir toda la carrocería en una placa solar, y que incluso las ventanas también pudieran ser fotovoltaicas. O mejor aún, que un edificio entero pudiera tener la tecnología necesaria para generar energía solar con toda la superficie de la fachada. Pues no hay que imaginárselo mucho, porque en eso justo consiste Asca, que es una película fotovoltaica translúcida. Es decir, algo parecido a un panel solar, pero que se adapta a cualquier tipo de superficie y que se puede instalar incluso en ventanas, porque tiene una transparencia del 50%, similar a la de un cristal tintado de cualquier vehículo.
Asca funciona como un panel solar, pero realmente es una película fotovoltaica. Es decir, que es una tecnología más versátil que la placa solar tradicional, y de momento ya se ha probado en edificios. Pero además, es una tecnología que abre la posibilidad de que la carrocería entera de los próximos coches eléctricos sea fotovoltaica, de modo que se pueda aliviar la red eléctrica, reducir el coste de mantenimiento y uso de un vehículo eléctrico, y lograr más autonomía sin necesidad de usar baterías más grandes y pesadas. En esencia, esta tecnología se basa en una ‘tinta solar’ a partir de polímeros fotoactivos que se imprime en cinco capas sobre una película de PET –tereftalato de polietileno-, que es un material muy común y que además es flexible. Además de estas cinco capas anteriores, se añaden dos extra de protección a rayos ultravioletas y a otro tipo de agentes externos. Y el resultado es que con esta tecnología cualquier superficie se puede convertir en un panel solar, y las posibilidades que esto abre, justo en un momento de transición energética, son realmente amplias y prometedoras.
Así es Asca, una película fotovoltaica que permite convertir cualquier superficie en una placa solar con muy buen rendimiento
Esta película fotovoltaica tiene grandes propiedades en cuanto a flexibilidad, lo que le permite adaptarse a casi cualquier superficie. Pero además es muy ligera, registrando apenas 500 gramos por metro cuadrado, y con una transparencia del 50%. Todo esto hace que, efectivamente, se pueda adaptar a casi cualquier superficie incluyendo ventanas, en tanto que deja pasar una buena cantidad de luz. Por otro lado, también tiene una muy buena resistencia térmica, tanto a altas como a bajas temperaturas, y según sus creadores puede dar un muy buen rendimiento energético incluso con poca luz. Así que tiene todo lo necesario para convertirse en uno de los inventos más revolucionarios en el contexto energético que vivimos.
Entre toda la información que facilita la compañía que está detrás de este producto, explican también que su proceso de producción es más ecológico que el de otras muchas soluciones energéticas, en tanto que no se utilizan disolventes ni materiales exóticos. Aclaran además que el gasto energético que se lleva a cabo durante su producción se compensa con tan solo tres meses de uso. Lo que no explican, y sin duda será clave para garantizar su rápida adopción en productos clave, es cuál es el precio de esta tecnología en relación a los paneles solares que se están utilizando a día de hoy.
Las placas solares plantean grandes limitaciones tanto por peso como también por su factor de forma. El hecho de que no sean flexibles, su grosor, su peso y sus características morfológicas, hace que no se puedan utilizar en cualquier tipo de superficie. Y por eso, aunque ya hay algunos coches eléctricos que tienen paneles fotovoltaicos instalados en su carrocería, la superficie no se puede aprovechar de forma completa. Con esta tecnología, sin embargo, dejaríamos de aprovechar solo los tejados de los edificios para empezar a producir energía con toda la fachada, y exactamente lo mismo con la carrocería completa de los coches eléctricos.
De hecho, no solo se puede utilizar para este tipo de superficies, sino que tal y como comentábamos sus características permiten que se use en ventanas tanto de viviendas como de vehículos. La compañía ya ha hecho pruebas en edificios, tal y como comentábamos anteriormente, y de momento va todo por buen camino para convertir esta tecnología en un dispositivo disponible a nivel comercial, y de manera masiva, próximamente.