Ya hace algún tiempo que se produjo el debut del Testla Roadster, el de sobra conocido deportivo eléctrico, concretamente corría el año 2008 cuando pudimos verlo por primera vez. El principal problema de los coches eléctricos es lo limitada que resulta su autonomía, un problema que se agrava al ver el tiempo que se necesita para tener una carga completa de las baterías.
Dicho esto, es cierto que en este sentido, el Tesla Roadster es uno de los modelos que mejor autonomía ofrece, tal y como demuestra que sea uno de los modelos 100% eléctricos más vendidos. Pese a que la mayoría de sus propietarios no tienen problemas con los kilómetros que pueden recorrer con cada carga de baterías, Tesla ha querido mejorar en este ámbito, ofreciendo una actualización con unas nuevas baterías.
Con un precio de 29.000 $, estas nuevas baterías ofrecen hasta un 40% más de energía, eso si, con un pequeño aumento del peso total. En ese precio se incluye toda la mano de obra del cambio de baterías. Sin duda, es un precio algo elevado, y como lo sabemos, estamos casi seguro de que los propietarios de un Tesla Roadster preferirán dejar las baterías de origen e invertir ese dinero en un coche deportivo con motor de gasolina con el que pasar muy buenos momentos al volante.
Por menos de esos 29.000 $ se puede comprar el nuevo Mazda MX-5, un coche que garantiza diversión gracias a su bajo peso y a su tracción trasera. Otras opciones interesantes por potencia y tracción trasera serían el Subaru BRZ y el Toyota GT-86.
Con tracción delantera podemos encontrar modelos como el Ford Focus ST o el Honda Civic Type-R. Y con tracción total, nos podríamos costear un espectacular Subaru WRX STI.
Viendo esto, ¿qué harías si tuvierais un Tesla Roadster? ¿Comprar las nuevas baterías o uno de los modelos que os proponemos?
