De la asociación de EAS Batteries, EdgeWave y el Instituto de Tecnología de Karlsruhe, nace una importante mejora que afecta a las celdas cilíndricas de iones de litio que, como puedes imaginar, se utilizan para las baterías de coches eléctricos. ¿De qué manera? A través de la estructuración de electrodos mediante láser, que se aplica a las celdas LFP para que tengan un rendimiento notablemente superior. Las celdas LFP ya se usan para fabricar baterías baratas, pero lo que han conseguido es que tengan más densidad energética para alcanzar una mayor autonomía, además de hacerlas soportar una mayor potencia de carga y, por si todo esto fuera poco, logran que tengan una mayor vida útil.
Todo esto forma parte del proyecto de investigación ‘High-E-Life’, que cuenta además con apoyo económico del Ministerio Federal de Educación e Investigación a través del fondo especial de ‘Clima y Transformación’ por 1,3 millones de euros. En total tiene destinados 2,1 millones de euros y a nadie le debería sorprender porque la gran evolución que hay detrás de esta investigación está encaminada a lograr baterías más baratas que las actuales, pero que al mismo tiempo tengan una mejor densidad energética, se carguen más rápido y sean capaces de aguantar durante más kilómetros sin sufrir degradación. Según explican en el detalle de su investigación, las perforaciones en el material activo de los electrodos permiten que la migración de iones tenga un camino más corto y que, por lo tanto, se consiga acelerar la carga y descarga de una celda de iones de litio. Es lo que denominan ‘autopistas de iones’, y puede multiplicar hasta por tres la velocidad de carga de este tipo de baterías. Y además permite que se enrollen electrodos más gruesos gracias a una mayor flexibilidad mecánica.
Baterías LFP baratas, pero con mayor densidad energética y carga hasta tres veces más rápida que en las actuales de coches eléctricos
Mediante tecnología de láser moderno se consigue la estructuración de electrodos; se hace con recientes láseres de pulso ultracorto que es capaz de eliminar masa activa sensible con una precisión milimétrica y sin afectar al resto de capas. Lo que han logrado con esta técnica y tecnología, como veníamos comentando, es que se puedan fabricar baterías baratas como todas las actuales basadas en celdas LFP, pero con mayor densidad energética y, sobre todo, con tiempos de carga tres veces menores. Es, como puedes apreciar, una enorme mejora técnica sobre las baterías LFP, que son las que poco a poco se están imponiendo por una cuestión de costes, seguridad y vida útil.
Hay multitud de investigaciones abiertas que están trabajando en nuevas composiciones químicas y nuevos tipos de celdas para baterías con mejor rendimiento, y toda la industria tiene la vista puesta en las baterías de estado sólido. Sin embargo, esta asociación de compañías tiene el objetivo puesto en una fuerte mejora sobre una de las ‘grandes olvidadas’ por los científicos, que es la celda LFP. Y es un camino que tiene mucho sentido, porque a día de hoy son las baterías más baratas para coches eléctricos, y su potencial de evolución es enorme. Así lo demuestra este avance.
Frente a las celdas NCM y NCA, las celdas LFP permiten fabricar baterías baratas para coches eléctricos. Sin embargo, este tipo de química ha tenido hasta hoy el problema de una menor densidad energética. Es verdad que proporcionan más seguridad y que además pueden garantizar una mayor vida útil, pero la densidad energética ha sido siempre su punto débil. Y eso es lo que hace esta investigación tan interesante, que pueda lograr que las baterías más baratas de la industria a día de hoy puedan tener unas mayores prestaciones sobre todo en cuanto a la autonomía y también en lo relativo a los tiempos de carga.
Aunque las baterías de iones de sodio van a ser todavía más baratas que las baterías LFP, y están a punto de llegar los primeros modelos, siguen teniendo el inconveniente de una baja densidad energética. Así que una investigación de este tipo puede ser un punto clave para que en los próximos años no solo tengamos coches eléctricos baratos, sino también más ligeros y capaces de proporcionar una autonomía que no obligue a mantener el coche siempre en la ciudad, sin poder viajar.