Los usuarios de coches eléctricos saben bien que un cable de carga es un accesorio crítico para su vehículo. Lo que quizá algunos ignoren es que se están poniendo en riesgo, tal y como revela Electrical Safety First, al comprar determinados modelos. La organización alerta de que algunos cables de carga para coches eléctricos, después de haber sido sometidos a pruebas, presentan un riesgo de sobrecalentamiento hasta el punto de que pueden provocar descargas eléctricas. Algo que, hasta ahora, parece que no se había contemplado.
Según indican desde esta organización, algunos de los cables peligrosos que han encontrado están disponibles a la venta en Amazon y también en eBay. Han llevado a cabo una investigación sobre una amplia variedad de cables de carga para coches eléctricos y han encontrado que, efectivamente, algunos de estos accesorios presentan un grave riesgo para el conductor y su vehículo en tanto que pueden calentarse por encima de lo debido e incluso podrían llegar a producir una descarga eléctrica. Los modelos afectados eran cables Modo 2 que afortunadamente se han retirado del mercado tras la investigación, pero estos resultados ponen de manifiesto que hay que tener cuidado con qué cables se compran, de dónde provienen y las garantías que ofrecen.
Cables de carga para coches eléctricos que no son suficientemente seguros, se vendían en Amazon
Lesley Rudd, directora ejecutiva de Electrical Safety First, ha señalado que ‘cargar un coche eléctrico nunca debería ser un riesgo’ y, sin embargo, se han encontrado dispositivos en Amazon y en eBay que corren el riesgo de convertir una ‘tarea cotidiana’ como es cargar un coche eléctrico en un peligro potencial. La organización ha detectado que en torno a un tercio de los usuarios usan las plataformas de ecommerce para comparar precios y ahorrar dinero, y eso es lo que ha provocado que este tipo de comercios se inunden de accesorios baratos de dudosa calidad.
Desde EV Chargers Direct, que se dedican al suministro de equipamiento para la carga de coches eléctricos, su director Chris Montgomery ha indicado que en el Reino Unido, donde se ha llevado a cabo esta investigación, los cables de carga de calidades inferiores a menudo no están clasificados de forma adecuada. Pero es un problema que no afecta de forma exclusiva al Reino Unido y a los usuarios de coches eléctricos de este país. El problema es que ‘muchos de estos cables se fabrican en China y llegan a todo el mundo’, donde una clasificación de 16A es normal.
El problema que han encontrado es que en los enchufes del Reino Unido la capacidad nominal es de solo 13A. El resultado de esta discrepancia de capacidades técnicas es que la corriente es más alta que a que transporta el cable. Así que se produce una sobrecarga en la toma de enchufe que puede provocar que se derrita e incluso se llegue a incendiar. Por eso, en el Reino Unido están alertando de que se revisen las especificaciones técnicas de los cables de carga para coches eléctricos y que, entre otras cosas, se compruebe que lleguen a una capacidad nominal de 10A.
Pero por lo que han podido detectar en la investigación no es una cuestión sencillamente de incompatibilidad, por la discrepancia entre las capacidades técnicas. Sino que además se ha encontrado que algunos de estos cables más baratos, en muchos casos, no son suficientemente impermeables o resistentes a la radiación ultravioleta. El control que hay sobre la comercialización de cables para cargar coches eléctricos parece que es insuficiente, y no en todos los casos se cumple con las aprobaciones TÜV y CE que garantizan la máxima calidad y seguridad de este accesorio imprescindible para los usuarios de vehículos eléctricos y electrificados.