Han tenido que llamar a revisión a los propietarios de más de 634.000 coches SUV en todo el mundo. El problema está en que uno de los inyectores de combustible del motor se puede agrietar, de modo que se filtren vapores o se derrape combustible en el motor caliente y, a consecuencia de eso, existe un gran riesgo de incendio. El problema afecta a unidades vendidas en todo el mundo, como comentábamos anteriormente, y en concreto de los modelos Ford Bronco Sport y Ford Bronco, de unidades fabricadas entre 2020 y 2023, todas ellas con motor 1.5 litros de tres cilindros.
El aviso ya se ha dado a los propietarios de estos vehículos, a quienes se les ha señalado que no es necesario que dejen de conducir sus coches, o que los aparquen al aire libre, porque este tipo de incendios no ocurre con tanta facilidad y, por norma general, no se producen cuando el motor está apagado. Pero la realidad es que la compañía ha recibido, según sus propias indicaciones, al menos 20 informes de incendio entre los cuales en tres se incendiaron también estructuras cercanas. Además, cuatro de estos incendios ocurrieron en menos de cinco minutos desde que se apagó el motor del coche, y hay cuatro reclamos en los que se produjeron lesiones sin quemaduras. Por otro lado, es importante señalar también que, al menos en estos momentos, no hay reparación disponible para los clientes afectados, aunque la compañía está trabajando precisamente en esto.
Miles de coches vendidos en todo el mundo presentan riesgo de incendio y son llamados a revisión por Ford
Ford enviará la correspondiente carta de notificación a los propietarios a partir del próximo día 19 de diciembre, según ha señalado Jim Azzouz, director ejecutivo de experiencia de cliente. De momento la reparación no está disponible, pero a partir de que esto ocurra los propietarios tendrán que programar la cita con su distribuidor. Se les propondrá la recogida y entrega totalmente gratis a los clientes, o podrán llevarlo directamente ellos y disponer de un coche de sustitución también sin ningún coste adicional. Todo esto es lo que ha explicado el directivo responsable dentro de la compañía americana y, entendemos, aplica a los clientes afectados de todo el mundo.
Los distribuidores se encargarán de inspeccionar los inyectores del motor de los coches llamados a revisión y los reemplazarán si es necesario de forma gratuita. Además, también se va a aumentar la garantía hasta 15 años por el problema de los inyectores agrietados. Por otro lado, también se va a actualizar el software de los coches afectados para que el software de control del motor pueda detectar grietas en el inyector, de modo que se le mande al conductor un mensaje en el cuadro de instrumentos para que acuda al taller.
Además de todo esto, el software que se va a instalar en los coches afectados va a ser capaz de detectar una caída de presión en los inyectores para automáticamente reducir la potencia del motor, de modo que se reduzcan los riesgos y los conductores tengan la posibilidad de llegar a un lugar seguro donde detener el vehículo y solicitar la asistencia correspondiente. Y otra solución que se va a tomar también es instalar un nuevo tubo de drenaje de combustible de la culata y lejos de las superficies calientes relacionadas con el motor.
La cantidad de vehículos afectados es abrumadora y el riesgo de incendio es un problema grave. No obstante, parece que en Ford se han tomado el problema muy en serio y son varias las medidas que van a tomar. El mayor problema, para quienes han tenido la suerte de no sufrir un incendio con estos vehículos, son los plazos que ahora se van a necesitar para inspeccionar todas las unidades y tomar las medidas oportunas en taller. Evidentemente, nada de esto va a suponer ningún tipo de coste para los clientes de Ford afectados por el problema de la mecánica de estos coches.