Recién estrenado el Volvo XC60 2017, es evidente que la Serie 90 es el referente de evolución para toda la gama de la firma sueca. La estética del SUV intermedio bebe más que nunca de su hermano mayor el XC90, pero además hereda parte de sus mecánicas. Así que, si el referente es el SUV más grande de la casa ¿tendremos un Volvo XC60 Polestar? Si es así, su aspecto podría ser muy similar a esta recreación.
A finales del pasado año pudimos saber que habrá más modelos Polestar en la gama de Volvo, porque en los planes de la sueca entra el convertir Polestar en una división deportiva de referencia que haga cara, de tú a tú, a la de Audi, Mercedes o BMW. Así que tras el XC90 Polestar, un Volvo XC60 Polestar es posible, y su aspecto sería muy similar a lo que el diseñador X-Tomi nos presenta en la imagen que acompaña a este artículo.
Volvo XC60 (2017) Polestar: es posible una versión deportiva del nuevo SUV
Entre las novedades de este Volvo XC60 2017, como decíamos, está el cambio estético acercando posturas con el XC90, pero también una renovación de las opciones mecánicas que sigue acercándolo a su hermano mayor. Ha crecido en tamaño, también, y cuenta con la opción T8 Twin Engine que es la aprovechada por Polestar para la versión más radical de la Serie 90, con nada menos que 421 CV de potencia con motor térmico de cuatro cilindros y un sistema eléctrico.
Se aprovecharía la configuración T8 Twin Engine, como en el Volvo XC90 Polestar. Y siguiendo sus pautas, el Volvo XC60 Polestar superaría ampliamente los 400 CV de potencia. ¿Llegará a cumplirse?
En el caso del Volvo XC60 Polestar, si llega, pensar en que supere los 400 CV no es ninguna locura, porque con el T8 Twin Engine ya se coloca en los 407 CV de potencia sin las modificaciones típicas de Polestar. Que no sólo pasarían por una estética más deportiva, con mejoras aerodinámicas, sino también un interior vitaminado y retoques para el chasis, tanto la suspensión como la dirección y el sistema de frenos.
La propuesta estética de X-Tomi cuenta con un paragolpes más anguloso, con la zona inferior afilada. Unas llantas más grandes, cómo no, faldones laterales más bajos y unos retrovisores exteriores en color negro haciendo contraste. El ‘azul pitufo’ característico de Polestar no podía faltar, pero tampoco una reducción de la altura de carrocería que lo haga más adecuado para dar lo mejor de sí en el asfalto.