Parece ser que el futuro de la industria del automóvil pasa por ofrecer modelos con propulsión eléctrica. Los problemas actuales de este tipo de coches son, fundamentalmente tres, por un lado la escasa autonomía que ofrecen sus baterías, el peso de las mismas, y el tiempo que se emplea en recargarlas, que es bastante.
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Por esto, la gran mayoría de las marcas están trabajando en estos tres campos, mejorando la autonomía de las baterías, disminuyendo su tamaño y su peso, y logrando unos mejores tiempos de carga.
Es el caso de Volkswagen, que tras el escándalo de las emisiones que les ha rodeado durante los últimos meses, han confirmado que están trabajando en el desarrollo de unas nuevas baterías planas que se integrarían en los futuros modelos eléctricos de la compañía.
El tema del «Dieselgate» está obligando al grupo Volkswagen a impulsar sus esfuerzos en I+D para la electrificación de algunos de sus modelos, y entre sus avances se encuentra el desarrollo de unas baterías planas. Desde la marca alemana apuntan a que la demanda de los coches eléctricos va a ir en aumento, al mismo tiempo que sus costes de desarrollo y compra irán disminuyendo.
Además, han aprovechado para confirmar que las baterías planas ya están en camino, y que representan un gran avance para la marca, ya que les empuja hacia un futuro más verde. Tienen previsto que en los próximos años Volkswagen lance más y más modelos especialmente respetuosos con el medio ambiente. Una estrategia con la que buscan dejar atrás el escándalo de las emisiones, centrándose en el desarrollo de coches más eficientes.
Los beneficios de usar baterías planas están claros, ya que ofrecen importantes ventajas en lo que a espacio se refiere, además de un buen ahorro de peso, con lo que podrían mejorar las prestaciones y la autonomía de los vehículos que las usen.