Tal y como os hemos mostrado a través de nuestra cuenta de Twitter, hemos tenido ocasión de probar el Mitsubishi Space Star, la apuesta de la marca japonesa para el segmento urbano, que recibirá un lavado de cara el próximo año (ver Mitsubishi Space Star 2016). Por eso mismo, hemos querido ponernos al volante del modelo actual, concretamente del Mitsubishi Space Star 120 MPI.
Lo cierto es que desde Mitsubishi llevaban un par de años, tras la extinción del Lancer, con una gama algo limitada, sin modelos de otro segmento que no fuera el de los SUV (ASX y Outlander) o el de los 4×4 (Montero y L200), algo que desde las oficinas de la marca han querido cambiar, y para ello tienen programado ir ampliando su gama de modelos.
Y dentro de esa ampliación estaba la llegada de un modelo urbano, que pudiera ofrecer algo más que los modelos de la competencia. Así llegamos al Mitsubishi Space Star, un pequeño urbano que llegó al mercado español en junio de 2014, con el equipamiento y el precio, 9750 euros, como principales atractivos.
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¿Cómo es el Mitsubishi Space Star?
Pese a tomar el nombre de un modelo que ya ha existido dentro de la gama de Mitsubishi, el Space Star actual no tienen nada que ver con el antiguo monovolumen que lucía el mismo nombre.
El Mitsubishi Space Star es un coche que, por dimensiones se sitúa a medio camino entre el segmento A y el segmento B, con una longitud total de 3710 mm, un ancho de 1665 mm y una altura máxima de 1490 mm. Con un peso total de 920 kg.
A nivel estético es un coche discreto y modesto, pero que goza de las desenfadadas líneas propias de los modelos urbanos. En el frontal destacan las luces diurnas situadas en la parte baja del paragolpes, quedan separadas por una amplia parrilla inferior. Los faros, de generosas dimensiones, tienen forma triangular y alojan a los intermitentes en su parte interior.
Visto de perfil, el Mitsubishi Space Star tiene una forma que parece preparada para cortar el viento a su paso, con una parte delantera afilada desde el capó, que va aumentando hasta llegar al parabrisas. En las aletas delanteras hay un pequeño adorno cromado, del que nace una línea de diseño que atraviesa todo el lateral hasta morir a la altura de los pilotos traseros. En la puerta del conductor, además de la maneta y la cerradura, encontramos un botón negro que sirve para accionar el sistema de apertura y cierre sin llave.
En la trasera llama bastante la atención el alerón situado a continuación del techo, que otorga al pequeño urbano el aire deportivo que siempre ha caracterizado a los modelos de la marca nipona. Un paragolpes trasero abultado y unos pilotos redondeados completan el aspecto exterior del coche.
Al abrir la puerta y acceder al interior, vemos que el Mitsubishi Space Star tiene un acceso muy sencillo tanto a las plazas delanteras como a las traseras, destacando en estas últimas el espacio para las piernas de los ocupantes. En este punto es donde se notan y se agradecen esos centímetros extra que le sitúan entre el segmento A y el B. Primer punto a su favor.
Lo primero que llama mi atención al montarme en el coche, es que el volante es el mismo que el que monta el Mitsubishi Outlander, un coche que juega en otra categoría. Es una sorpresa agradable, ya que el volante multifunción de cuero tienen un tacto muy agradable, cosa que agradeceremos desde el primer kilómetro hasta el último.
Mediante sus piñas de botones podremos manejar el control de velocidad, el sistema de audio y el sistema manos libres, además de activar los comandos de voz. A la izquierda del volante si sitúa el botón de arranque.
Como he dicho antes, el acceso a las plazas delanteras es muy cómodo, gracias a unas puertas grandes, y a que los asientos son prácticamente planos. Esto nos indica que la sujeción lateral no va a ser algo a destacar, tal y como podremos comprobar al circular por carreteras secundarias.
Seguimos descubriendo el interior del Mitsubishi Space Star, y observamos que el salpicadero está fabricado con plásticos duros, y que la consola central está rematada en un material negro brillante. Hay que tener cierto cuidado con este tipo de materiales, ya que es relativamente fácil producir algún arañazo al manipular los controles de la radio o del climatizador.
Al ser un coche urbano, debe ser práctico, por lo que cuenta con varios huecos para dejar objetos o botellas, delante de la caja de cambios encontramos hasta tres, más los de las puertas. Encima de la guantera hay un hueco, pero no recomiendo utilizarlo para dejar nada, ya que podría deslizar durante la conducción y caerse por la parte izquierda.
Hasta ahora estamos con un coche muy normal dentro del segmento, incluso podría no ser tan vistoso como otras opciones de la competencia (cosa que cambiará a mejor con el facelift), pero tampoco lo pretende. Sus bazas para ser una apuesta segura están en otro lugar, concretamente en el completo equipamiento que ofrece de serie.
Equipamiento de altura para el Mitsubishi Space Star
Y es que el ver el aspecto interior del Mitsubishi Space Star ya he adelantado algunos de los elementos de equipamiento que monta de serie este urbano. Como sucede en muchos coches japoneses, el equipamiento viene cerrado, por lo que la única opción disponible es el color del coche. Esto tiene una parte negativa, y es no poder configurar una unidad personalizada al gusto, pero la parte positiva compensa con creces, y es que el precio del coche es inferior comparados con otros modelos europeos a igualdad de equipamiento.
Precisamente en esto es en lo que destaca el Mitsubishi Space Star, en ofrecer un completo equipamiento, con algunos elementos que no suelen ser habituales para un coche urbano, sin que eso penalice en el precio final del modelo.
En lo que a seguridad se refiere, el Space Star ofrece:
– Airbag frontal para el conductor y el pasajero.
– Airbag de cabeza delanteros y traseros.
– Airbag laterales delanteros y traseros.
– ABS.
– Asistente de frenada.
– Control de estabilidad.
– Distribución electrónica de frenado.
– Señalización de frenada de emergencia.
Y en lo que a elementos de confort y tecnología se refiere:
– Faros antiniebla.
– Control de velocidad.
– Indicador de cambio de marcha en conducción eficiente.
– Lavafaros.
– Luz diurna.
– Retrovisores exteriores con calefacción.
– Botón de arranque.
– Climatizador.
– Encendido automáticos de luces.
– Función de parada y arranque automático.
– Retrovisores exteriores con ajuste eléctrico.
– Sensor de lluvia.
– Conexión Bluetooth para telefóno móvil.
– Radio con lector de CD, toma USB y conexión AUX.
¿Qué motor lleva el Mitsubishi Space Star?
Para nuestra prueba hemos optado por el Mitsubishi Space Star 120 MPI, que se asocia al acabado Motion, y ofrece 82 cv. La otra opción es el 100 MPI, que se une al acabado Challenge y entrega 70 cv.
Ambos propulsores tienen 3 cilindros en línea, que en nuestra unidad, el 120 MPI cubica 1.2 litros. La potencia máxima de 82 cv la entrega a 6.000 rpm, mientras que el par máximo es de 106 Nm a 4.000 rpm. La velocidad máxima es de 180 km/h, y necesita 11,7 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h.
El consumo medio homologado para esta versión es de 5,0 litros a los 100 km para ciclo urbano, de 3,9 litros para ciclo extraurbano, y de 4,3 litros para ciclo mixto. La realidad es que el coche gasta algo más que lo homologado por el fabricante, y el consumo medio rondó los 5,6 litros.
¿Cómo se comporta el Mitsubishi Space Star?
Y tras ver en detalle al Mitsubishi Space Star, toca ponernos el cinturón, pulsar el botón de arranque y ver qué puede ofrecernos en ciudad y carretera. Durante los primeros metros por ciudad nos sirven para cerciorarnos de que, efectivamente, la potencia es más que suficiente para movernos por el denso tráfico urbano.
Además, maniobrar resulta extremadamente sencillo, gracias a su buen ángulo de giro, su dirección muy blanda y a las generosas dimensiones de sus espejos retrovisores, con lo que tendremos controlado todo lo que pasa alrededor de nuestro coche.
El motor tricilíndrico sube de vueltas con mucha soltura, así que podremos circular con marchas largas a baja velocidad sin que se produzcan molestas vibraciones al intentar ganar algo de velocidad sin reducir.
Aprovecho para ver cómo funciona el sistema Eco Drive Assist, que nos ayuda a obtener unos consumos bajos. Básicamente el sistema nos indica cuando debemos cambiar de marcha con una flecha en la pantalla del ordenador de abordo, y también si nuestra conducción está siendo ecológica con un esquema de colores situado a la derecha del cuadro.
El sistema puntúa nuestra conducción encendiendo luces, de tal manera que si es poco eficiente se enciende la luz roja, y dependiendo de si es poco o muy eficiente se encenderán entre una y tres luces verdes. El funcionamiento es sencillo, el problema es que no sirve para medir nuestra conducción durante un trayecto completo, sino que mide la eficiencia de manera instantánea, de tal manera que se encenderán unos u otros colores en función de cuánto llevemos pisado el acelerador en ese momento.
Toca alejarse del caos circulatorio de la ciudad por lo que tomamos una autopista, para incorporarnos apuramos la tercera velocidad hasta la parte alta del cuentarrevoluciones, y el sonido del motor inunda el habitáculo, dando cierta sensación de deportividad que desaparece al ver la subir la aguja del velocímetro.
En autopista, el Space Star peca de cierta falta de estabilidad. No es que sea peligroso, ni mucho menos, pero si debemos ser conscientes de que su bajo peso le penaliza cuando nos toque afrontar rachas de aire laterales. Además, la dirección se mantiene muy blanda en todo momento, lo que acentúa esa sensación. Pese a esto, si no hay viento, podemos circular bastante ligeros, siempre que no tengamos que afrontar una subida muy pronunciada. Podríamos decir que su velocidad óptima para autopista es de unos 100/110 km/h.
En este momento quiero ver el consumo medio actual, y aquí me encuentro con uno de los puntos negativos del coche. El Mitsubishi Space Star muestra la información del ordenador de abordo en una pantalla situada en la parte inferior del velocímetro, y para pasar de un menú a otro deberemos pulsar el botón que se sitúa junto a esa pantalla, por detrás del volante. Creo que habría sido más seguro y rápido poder contar con un botón en el volante para esa función.
Por último, en carreteras secundarias puede llegar a ser hasta divertido, si aprovechamos todo el régimen de revoluciones disponible, pero eso penalizará el consumo. Además, la falta de sujeción lateral hará que nuestro cuerpo tienda a desplazarse hacia el exterior de la curva.
Lo mejor y lo peor del Mitsubishi Space Star
El Mitsubishi Space Star destaca por esos centímetros extra que lo sitúan entre el segmento A y el B, lo que repercute en un mayor espacio para los ocupantes. Además cuenta con un generoso equipamiento de serie, con elementos que no se suelen ver en modelos urbanos. Pese a todo esto, está disponible con un precio arrebatador: 9750 euros.
La parte negativa la encontramos en el acceso para cambiar entre los menús del ordenador de abordo y en la falta de sujeción de los asientos al circular por carretera secundaria.