Hace nada que se nos ha presentado de manera oficial el nuevo BMW M2, la bestia firmada por la división deportiva de la marca alemana que llega como modelo de acceso a los potentes y espectaculares modelos M. No pretende competir con sus hermanos mayores, el BMW M2 tiene un carácter propio. Eso si, la comparación que resulta imposible no hacer es con el modelo al que sustituye, el BMW 1M (ojo que el BMW M1 es otro modelo), ya que ambos modelos, por concepto y dimensiones, son lo más cercano al BMW M3 E30, un coche mítico de la firma germana.
De entrada, el BMW M2 es el desarrollo natural del anterior coupé deportivo compacto de BMW, y supone una evolución de la estética deportiva más que una revolución, aunque es cierto que presenta diferencias más que suficientes para ser dos coches claramente distintos.
El espíritu deportivo es palpable tanto en el BMW 1M como en el BMW M2
Queda claro que ambos coches comparten el mismo ADN, son bestias de la carretera y el circuito, pero su distancia en el tiempo ha hecho que cada modelo represente un enfoque único de la filosofía de BMW M. Lo que en el 2011 se consideraba algo muy agresivo, ahora en comparación con el musculoso BMW M2 pasa como algo mucho más discreto.
A nivel estético, tanto el BMW 1M como el BMW M2 son dos versiones exageradas y radicalizadas de modelos diferentes. El BMW 1M recibió un paquete estético algo más simple, pero que resultaba muy eficaz, haciendo de la carrocería del BMW Serie 1 algo bastante llamativo, donde destacaba el paragolpes delantero que tenía cierta caída hacia abajo. Por otro lado, en el caso del BMW M2, el paragolpes delantero tiene unas formas hacia arriba, lo que le aporta una imagen mucho más ancha y baja.
En cuanto a los espejos retrovisores, en el BMW 1M se optó por mantener la forma característica de los BMW M, mientras que en el caso del BMW M2, se han mantenido las formas convencionales. En la parte trasera, ambos modelos cuentan con las típicas cuatro salidas de escape.
Cuando miramos ambos modelos exteriormente, vemos que los dos lucen realmente bien, y que, pese al paso del tiempo, el BMW 1M se mantiene al día. Esto cambia cuando accedemos al interior, que no es que sea malo en el BMW 1M, pero si es cierto que en comparación con el BMW M2, se ve algo obsoleto.
Y llegamos a lo importante, el corazón de ambas máquinas. El BMW 1M montaba un motor de 3.0 litros, seis cilindros en línea y dos turbocompresores capaz de entregar una potencia máxima de 340 cv a 5.900 rpm, y un par motor de 500 Nm entre las 1.500 y las 4.000 rpm. La caja de cambios era manual de 6 velocidades, sin posibilidad de montar una caja automática.
Por su parte, el BMW M2, también monta un motor de 3.0 litros, seis cilindros en línea y turboalimentado, que entrega una potencia máxima de 370 cv a 6.500 rpm, con un par motor de 465 Nm entre las 1.400 y las 5.560 rpm. En este caso se puede elegir entre cambio manual o automático.
Queda claro que ambos son dos coches realmente espectaculares, con los que disfrutar cada momento al volante, pero si hubiera que elegir, ¿con cuál te quedabas?