Ayer hablábamos de que la hija de Paul Walker ha denunciado a Porsche por la muerte de su padre. En la demanda, la joven alega que el vehículo en que falleció el actor de A Todo Gas carecía de los sistemas de seguridad para evitar un incendio tras el accidente, entre otros factores que se contemplan. Sin embargo, según la respuesta del portavoz de Porsche, los informes de las autoridades ya establecieron claramente las causas.
La marca aún no ha visto la demanda, motivo por el cual se reservan por el momento todos los comentarios pormenorizados. Ahora bien, tras haber saltado la noticia, desde Porsche ha indicado Calvin Kim, portavoz de la marca, que los informes establecieron claramente las causas por las que falleció el actor. De esta forma, dan por zanjada la polémica, aunque han continuado con su defensa añadiendo que el trágico accidente se produjo por conducción temeraria y exceso de velocidad.
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Esta defensa por parte de Porsche llega tras las acusaciones de Meadow Walker, hija del actor que fallecía hace ya casi tres años en un Porsche Carrera GT como pasajero. El accidente, como sabemos, se produjo al estrellarse el conductor contra una farola y un árbol, y los dos cadáveres se hallaron calcinados tras el incendio que se produjo en el impacto. Aunque la hija de Paul Walker asegura que había defectos en el diseño del vehículo, y se refiere a elementos de seguridad de vehículos de carreras, e incluso en vehículos Porsche más económicos, desde Porsche ya se han defendido.
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La hija del actor apunta a que fallaron los cinturones de seguridad y frenos, y asegura en su demanda que, de no ser por los defectos del Porsche Carrera GT, su padre Paul Walker estaría hoy vivo. En esta demanda, como es evidente, la hija del actor reclama una compensación por daños, aunque no se especifican detalles al respecto. Según el informe oficial de la Policía, el coche circulaba entre 128 y 150 kilómetros por hora, más del doble de la velocidad permitida.