Tras todo el tema del escándalo de las emisiones falseadas por parte de Volkswagen, la marca alemana va a tener que afrontar algunas sanciones, además de la ajustar las emisiones en los modelos afectados a lo dispuesto por la normativa vigente. Para ello va a necesitar varios millones de euros, por lo que desde Volkswagen están tratando de hacer frente a estos pagos aplicando algunos recortes presupuestarios.
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De hecho, fuentes cercanas a la cúpula de Volkswagen han asegurado que la marca planea eliminar algunas variantes y algunos acabados de su gama de modelos, con el fin de reducir la complejidad de fabricación y los costes, y de esta manera ahorrar alrededor de 1,9 billones de euros en el proceso.
En palabras de uno de los miembros de la junta de supervisión, y una de las figuras más importantes de Volkswagen, Benrd Osterloh, ha comentado que para ellos como marca tenían por bandera ofrecer una amplia gama de modelos y diferentes componentes que poder combinar, aunque esto tiene una enorme complejidad en lo que a logística se refiere, y tienen unos grandes costos. Tras el escándalo del «Dieselgate», pueden ahorrarse dinero recortando en este campo, de tal manera que los puestos de trabajo actuales queden asegurados.
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En líneas generales, desde el grupo Volkswagen han calculado que todo el tema de las emisiones les va a ocasionar un gasto de unos 8,7 billones de euros, por lo que son conscientes de que tendrán que tomar más medidas para poder hacer frente a todos los pagos, al tiempo que se mantienen en el mercado. En Volkswagen tienen previsto recudir la inversión en un billón de euros, con lo que el ahorro total de estas medidas les permitiría pagar hasta 3,7 billones de euros.
Otro problema que desde luego no les ayuda es la incertidumbre creada en torno a sus modelos, que resulta el principal obstáculo a la hora de vender sus vehículos nuevos.